PRIMICIA PR David Jiménez ha dejado las cosas claras a su redacción en sus primeros meses en El Mundo. El profesional no esconde sentirse parte de una corriente “regeneracionista” del periodismo en la que el culto a las fuentes, al buen hacer y a la deontología es casi una religión. No obstante, en la redacción de El Mundo no terminan de entender estas directrices que en muchas ocasiones chocan con el ADN del periodismo más agresivo y de raza que siempre se ha cultivado en el buque insignia de Unidad Editorial.
El último episodio de esta lucha subterránea es el tratamiento de las informaciones rosa, del corazón y de cotilleo. El objetivo de Jiménez es desterrar todas estas noticias de sus páginas impresas o digitales ya que el director de El Mundo considera que estos contenidos no son “periodísticos” y que no están en la línea de la transformación que él quiere impulsar en el diario de Unidad Editorial.
Es por ello que ha decidido comenzar a vetar estas informaciones de manera gradual de las páginas del diario. La primera prueba de este destierro es LOC, La otra crónica de El Mundo, uno de los sites del diario con mayores visitas y que se dedica precisamente a este tipo de informaciones, ha quedado relegada literalmente al final de elmundo.es tras su rediseño. No hay ningún contenido que se sitúe por debajo de LOC, por lo que hay que ser casi un ejercicio de fe para encontrarla entre las nuevas secciones del diario digital.
En sus buenos tiempos LOC fue uno de los ejes de la política digital de El Mundo. De hecho, de la mano del lanzamiento del paywall de elmundo.es hace dos años LOC contó con aplicación en tabletas y móviles propia y con un interés evidente por parte de sus directivos.
No es primera vez que David Jiménez choca con su redacción. Desde hace meses el director del periódico ha provocado el descontento del resto de la plantilla implantando nuevos turnos y un baile de horarios que ha provocado las quejas de los periodistas de El Mundo. Para dar un impulso a la edición digital algunos de los históricos vieron modificado su horario y su esquema de trabajo.
Además, la redacción de El Mundo también ha mostrado su descontento con David Jiménez, al que han reprochado sus costumbres de “relaciones públicas”. Desde el periódico nunca han estado de acuerdo con las constantes apariciones de su director en las tertulias de televisión, ya que este comportamiento ha supuesto que Jiménez haya tenido que delegar sus principales responsabilidades. La gota que colmó el vaso fue su visita a la redacción de El Español, diario que ahora dirige Pedro J. Ramírez.
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