La lucha contra el VIH podría estar a punto de dar un gran paso hacia la erradicación definitiva de la pandemia. A mediados de 2016 comenzará el primer ensayo clínico de una vacuna terapéutica, desarrollada en Barcelona, que provocaría la misma respuesta inmunitaria que las pocas personas que son capaces de inhibir el virus sin tomar ninguna medicación. Si las pruebas son exitosas, podríamos estar ante un tratamiento para la cura funcional de la enfermedad.
La vacuna, llamada HTI, ha sido diseñada por un equipo de investigadores del Instituto de Investigación sobre el Sida IrsiCaixa. Para probarla se van a seguir dos estrategias. Por una parte, se pretende encontrar y sacar al virus de sus escondites en el organismo y, por otra, bloquear su capacidad de infectar por completo. El problema principal es que el VIH muta muy rápidamente, lo que hace que las defensas actúen demasiado tarde ante cada variante del virus. Esto hace que el sistema inmunitario se acabe agotando porque la respuesta que el organismo tiene contra él es muy fuerte. Sin embargo, la investigación se centra en algunas partes invariables del virus. Algo así como el talón de Aquiles del VIH.
La prueba de la vacuna constará de dos fases y la primera de ellas será antes del verano de 2016. Este primer ensayo se efectuará en 30 voluntarios sin VIH y servirá para comprobar la capacidad de la vacuna para provocar la respuesta inmunitaria. La segunda fase se probará ya en pacientes con VIH a los que se le aplicará esta vacuna HTI y se les retirará el tratamiento antiviral. Cuando a un pareciente infectado se le retira este tratamiento, el virus se reactiva a las dos semanas en lo que se llama efecto rebote. Será la desaparición de este efecto rebote lo que indicará el éxito de una vacuna que, si todo va bien, se espera que esté lista antes de 2020.
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