La AEDE ha presentado esta tarde su tradicional Libro Blanco con los datos más relevantes del sector. La publicación vuelve a reflejar que a pesar de que la mayoría de los diarios han vuelto a los beneficios, tampoco en 2015 termina de resolverse su crisis endémica de modelo. Y es que las cifras reflejan que los ajustes no paran y que los ingresos no terminan de crecer. La difusión cayó un 7% mientras que la venta de ejemplares retrocedió otro 9% en lo que va año.
Las cifras del Informe AEDE indican que la difusión de la prensa impresa ha mantenido la tendencia descendente a lo largo de los ocho primeros meses de 2015 hasta el 7% de caída, en cifras similares del desplome de 2014 (-7,7%). La venta en quiosco en este mismo periodo se está reduciendo un 8% mientras que la venta de suscripciones individuales ha caído un 4%. Por su parte, las suscripciones colectivas, la venta en bloque o cualquier otra modalidad de venta se está reduciendo un 7%.
En el canal de difusión gratuita ha caído un 4%. La AEDE también ha destacado el descenso de las suscripciones individuales hasta un 4%. Hasta el momento éste era un canal por el que los editores estaban apostando. En el caso de los ingresos publicitarios de prensa la suma de las ediciones impresas y digitales ha crecido un 3% entre enero y junio de 2015.
En relación a las cuentas y en base a los ingresos de los nueve primeros meses del año el Informe AEDE estima que durante 2015 se produzcan unos ingresos de 1.509 millones de euros, un 2% menos que en 2015. De estos ingresos, 714 millones se producen por venta de ejemplares, que ha caído un 9% y 648 millones por venta de publicidad que ha crecido un 5%.
Del mismo modo, los gastos operativos cayeron un 4% hasta los 1.450 millones lo que refleja que los diarios deben seguir ajustando al máximo sus costes para ser rentables ante la imposibilidad de aumentar sus ingresos. Es así como han recortado en un 8% sus consumos y aprovisionamientos hasta los 382 millones. Los gastos de personal crecen un 1% hasta los 401 millones: Las amortizaciones llegaron a los 32 millones, un 6% y otros gastos de explotación llegaron a los 634 millones, un 5% menos.
De esta manera, el resultado operativo (EBITDA) creció hasta los 59 millones de euros, casi duplicando los 30,2 millones que ganaron en 2014. La misma AEDE reconoce que buena parte de estos resultados se deben a las apuestas digitales de las cabeceras que comienzan a compensar lentamente la caída y el desplome del papel.
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