La casa de Guadalix ya tiene fecha de cierre y sus habitantes podrán pasar la Navidad con sus familias y amigos. Y es que como ya hiciese en la anterior edición, Telecinco ha decidido acelerar el final de Gran Hermano con un programa especial que dará a conocer el ganador el próximo 23 de diciembre. De este modo, la cadena de Mediaset tendrá el tiempo suficiente para remodelar la vivienda de cara a la cuarta entrega de la versión del reality con famosos, cuyo estreno estaría previsto para enero. Al quedar sólo tres galas correspondientes más una semifinal que se celebrará el martes 22, la organización ha decidido utilizar la doble expulsión para eliminar a más de un concursante en el mismo programa.
Y los primeros en pasar por el mal trago de la noche han sido Aritz, Ricky y Marta. Pero antes los tres nominados sufrieron los ‘contralegatos’ de tres de sus excompañeros durante Gran Hermano: límite 48 horas. Suso dijo de Aritz que se había aprovechado de Han para continuar en el concurso y tenía que salir esta noche, lo que no le sentó nada bien al vasco. Por su parte, Maite quería que saliese Ricky por los comentarios que había hecho sobre su hija, acusándole de acercarse a Sofía como seguro de vida y ésta decidió cortar definitivamente con el canario. Raquel, la archienemiga de Marta la acusó de meterse en medio de las parejas y de pasarse con el ‘pikipeo’. Después de explotar, la canaria agradeció más tarde que la exconcursante no se cebase con ella. Finalmente, Marta vuelve a ser la primera salvada de la gala y la expulsión queda entre el vasco y el canario. Pero ha sido Ricky el que se ha convertido en el último expulsado de la presente edición de Gran Hermano.
La última semana ha mostrado el nerviosismo de los participantes, en especial con los enfrentamientos entre Marta y Carlos, que se han acusado mutuamente de meterse donde no les llaman. Sin embargo, Han y Aritz han continuado ajenos a todos y prosiguen con su interesante relación de amistad. Duermen juntos, se hacen arrumacos y ninguno se acuerda de la gran bronca que tuvieron hace unos días. Sofía, después de ver a Suso en los alegatos, vuelve a tener sentimientos por el catalán, convirtiéndose en la diana de las bromas de sus amigos. Y es en plató donde se vive la tensión entre Mercedes Milá y Suso, ya que la presentadora no pierde oportunidad de criticar la actuación del exconcursante, tanto fuera como dentro de la casa y no soporta que varios de sus compañeros le consideren ganador, a pesar de su expulsión.
Jorge Javier Vázquez ha sido el invitado de la gala 13 de Gran Hermano, que se ha encargado de encender la iluminación navideña de la casa. Pero no era su única misión, ya que el presentador tenía la tarea de dejar unos regalos que contenían los teléfonos que les han sido asignados para que los espectadores voten a su ganador. Repite la experiencia después de la polémica que sufrió en la edición anterior, tras besar a Paula. Algunos seguidores creyeron que Jorge Javier le había dicho algo al oído a la concursante que terminaría ganando el reality. Es por eso que en esta ocasión ha tratado a todos por igual y, barriendo para casa, les ha invitado a ver su obra de teatro en Madrid.
Y a partir de ese momento eran siete los finalistas del concurso, aunque Han lo era desde el pasado 1 de diciembre, al conseguir abrir la caja mágica del mago Jorge Blas. Todos los concursantes tuvieron una última oportunidad y fue el granadino quien logró hacerse con el papel, que contenía la frase “eres finalista”. Las reglas de Gran Hermano han cambiado y en las galas que quedan hasta la final, los espectadores tendrán que votar para elegir a su favorito. Y será el que menos apoyo tenga el que abandone la casa. El primero en sufrir esta nueva mecánica ha sido Vera, quien ha salido bajo la incredulidad del resto de compañeros.
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