Esta noche se emitirá con gran despliegue el esperado cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Será la Academia de la Televisión y Manuel Campo Vidal quienes nuevamente se lleven el gato al agua, esta vez con la complicidad casi obligada de todas las cadenas de televisión excepto Mediaset. Es un debate que ni Atresmedia ni TVE querían, pero al que han tenido que sumarse por “presión popular” y para no perder el tren electoral.
La última semana de octubre UTECA, patronal de las televisiones privadas que representa a Atresmedia y a Mediaset, manifestaron su absoluto rechazo a la mediación y/o organización del debate electoral que por esas fechas estaba ultimando la Academia de Televisión y su presidente Manuel Campo Vidal. El duro comunicado no dejaba dudas a las segundas interpretaciones señalando que “no existen razones objetivas para que entidades, cuya finalidad no es la distribución de programas o contenidos, intervengan en la producción de espacios electorales”.
UTECA consideró “que lejos de mejorar la calidad democrática, la intervención de terceros en la producción de contenidos de información política limitaría la libertad del resto de medios y, en consecuencia, la de los ciudadanos para obtener una información plural y abundante”. Curiosamente casi dos meses después el debate será emitido por todas las televisiones exceptuando a Mediaset que casi el mismo día de la confirmación del debate de Campo Vidal –a finales de noviembre- se borró de la cita.
En el caso de TVE la situación no ha sido muy distinta. En el plan de cobertura de las elecciones enviado por la cadena pública a la Junta Electoral Central se propuso un cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, que rechazaron los partidos que finalmente se decantaron por la propuesta de Campo Vidal. Esta decisión lógicamente no sentó nada bien en el equipo de Informativos de José Antonio Álvarez Gundín que en un primer momento valoraron no emitirlo.
No obstante, presiones políticas del PP obligaron finalmente a la cadena pública a plegarse al debate y a realizar una cobertura especial a regañadientes. En el caso de Atresmedia la confirmación de que se sumarían al debate se produjo en pleno desarrollo de su propio debate a cuatro bandas –sin Rajoy, pero con Soraya- hace exactamente una semana. En el Grupo de Antena 3 y La Sexta tampoco confían en Campo Vidal, pero no quieren perder el tren electoral que consolidaron en su debate de hace una semana donde conquistaron el 48% de share.
En privado todos reconocen que Manuel Campo Vidal es un mal necesario con el que hay que convivir una vez cada cuatro años, ya que erróneamente los políticos creen que él y la Academia como una garantía de pluralidad y objetividad. Es decir, mientras los políticos sigan avalándole no queda más remedio que plegarse a sus debates, aunque nadie comulgue con su encorsetado formato, sus tiempos milimétricamente registrados y un busto parlante –Campo Vidal- que está más pendiente del cronómetro que de lo que le contestan los candidatos.
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