La primera normativa sobre los coches autónomos en California, EEUU, no ha gustado nada a Google. Según una nueva ley, estos automóviles tendrán que llevar un conductor licenciado al volante en todo momento. Para el gigante de internet, esta ley está en contra de las utilidades para la que estos vehículos han sido diseñados, como son la reducción en un 94% de los accidentes o poner al alcance destinos cotidianos a personas que no tengan carné. “Estamos profundamente decepcionados de que California haya puesto un techo al potencial de los coches autónomos“, han afirmado desde Google. Los coches autónomos diseñados por la empresa estadounidense no llevaban ni volante ni pedal de freno, pero lo tuvieron que añadir para circular legalmente en las carreteras de California o Texas donde se pusieron a prueba.
La norma prevista por las autoridades de California señala que los conductores que estén al mando de los coches autónomos deberán haber pasasdo exactamente las mismas pruebas y tener el mismo carné de conducir que hasta ahora, porque, en caso de accidente, la culpa es suya sea el vehículo normal o autónomo. Esto está en contra de la idea inicial de Google, que pretendía asumir la responsabilidad en esos casos.
Citroën, pionera en España
En España ya se ha probado el primer coche autónomo. La marca francesa Citroën tiene el honor de haber puesto el primer coche autónomo en nuestras carreteras. El automóvil recorrió la distancia que separa Vigo y Madrid sin nadie al volante. Sin embargo, todavía quedan algunos años para que estos vehículos sean algo cotidiano en España.
Para que esto ocurra, es necesario un cambio legislativo en lo que se refiere al código de la circulación. Este código prohíbe actualmente quitar las manos del volante. Por ejemplo, si un agente de tráfico se ajustase a la normativa al 100%, debería multar a un conductor que llevase una mano apoyada en la palanca de cambios o en la ventanilla. Esta norma no tendría sentido con los coches autónomos. Otra cosa importante a realizar sería una gran inversión en infraestructuras, porque el coche autónomo necesita una comunicación fluida con otros elementos de la carretera, como las señales.
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