Según Alberto Aliaga, endocrino de la Unidad deObesidad de Quirónsalud Sagrado Corazón-Obemet, “comer es una necesidad, pero comer de forma inteligente es un arte”, una afirmación que conviene tener en cuenta precisamente en estas fechas de excesos. “Aunque no existen los milagros, si se cumplen unas sencillas pautas, podremos conservar una buena salud y mantener a raya nuestro peso“. Afirma el doctor. Es preciso recalcar la necesidad de conservar un estilo de vida saludable durante todo el año, aunque sepamos que lo modificaremos puntualmente en estos días. Una dieta equilibrada pasa por un consumo de alimentos lo más variado posible, “pero eso sí, en su justa medida”, incide el especialista. Para Felipe Del Valle, nutricionista de la Unidad de Obesidad, “resulta fundamental alimentarnos adecuada, moderada y ordenadamente, lo que significa hacer cinco comidas al día (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena)”. Según Del Valle, si en lugar de llegar a la cena de Nochebuena, Navidad o Nochevieja sin haber probado bocado desde el almuerzo, merendamos, por ejemplo, una macedonia a base de yogur desnatado con una pieza de fruta, evitaremos las ansias compulsivas de arrasar con todo lo que nos pongan por delante al sentarnos a la mesa.
Un buen consejo sería servirnos en nuestro plato pequeñas porciones de los diferentes aperitivos dispuestos para compartir en lugar de ir comiendo directamente de ellos, de este modo podemos controlar mejor la cantidad total que ingeriremos. Debemos comer despacio para sentirnos saciados precozmente y evitar digestiones pesadas por haber comido más de lo necesario. Y finalmente un pequeño truco para reducir el consumo calórico total sería ir alternando entre cada copa de vino, cerveza o cava, alguna bebida sin calorías como el agua o los refrescos edulcorados (zero, ligth, etc.), apunta Del Valle. En cualquier caso, según el doctor Aliaga, no hay que obsesionarse, ya que “ingestas hipercalóricas puntuales no suelen tener repercusión importante en el peso”.
Propuesta de menú Nochebuena o Navidad (+ consejos)
Entrantes: Jamón ibérico de bellota, caña de lomo ibérica (Retirar la grasa visible y acompañar mejor con picos que con pan), queso fresco aderezado con aceite de oliva virgen extra, sal, variedades de pimientas y mermelada light de tomate, fresa o arándanos, gambas, langostinos, bocas, patas de cangrejo, buey de mar, carabineros, langosta… (Son proteínas, con muy bajo contenido en grasas), cóctel de marisco (Lechuga, palitos de cangrejo, tomate, atún, cebolla, caviar, salsa rosa a base de mayonesa y kétchup light).
Primer plato: Consomé (se puede servir con un poco de huevo cocido).
Segundo plato: (Carpaccio de ternera con salsa de oporto)
Postre: Sorbete de limón
El día después…
Como indica Alberto Aliaga, las grandes ingestas no se deben compensar anulando otras comidas principales, como el desayuno o la cena. El organismo necesita un suministro de recursos constante, aunque moderado. Es muy positivo incluir en la primera comida del día la fruta, si no se hace habitualmente, y obsequiar al cuerpo con un paseo matinal. También es necesario dar un reposo al estómago, consumiendo platos ricos en verduras y hortalizas en el almuerzo y en la cena, sin olvidar la fruta en el postre.
Pautas deportivas para estas fiestas
Al igual que cuidamos nuestra alimentación también es importante cuidar nuestra salud; practicando ejercicio cada día nos sentiremos mejor, tanto por dentro como por fuera.
De 24 horas que tiene el día seguro que puede sacar 50 minutos para caminar. Si consigue andar 10.000 pasos diarios, estará bien preparado para afrontar este 2016.
Puede que no tenga tiempo para caminar durante los minutos estipulados, pero recuerde que siempre puede aparcar tres manzanas más allá.
Pero en las Navidades no podemos olvidar que ¡las fiestas también están para bailar!
Aprovéchese, no lo piense tanto y gaste todas esas kilocalorías de más.