El Mundo y El País ya han tomado la decisión definitiva y después de muchos informes e intentos fallidos han decidido finalmente dar de baja sus ediciones impresas. Las malas audiencias, su escasa difusión y sus elevados costes han sido el detonante de una decisión que se lleva estudiando varios meses. El objetivo es hacer una transición lenta que durante el año 2016 debería terminar definitivamente con sus ediciones impresas.
El objetivo será además integrar a sus plantillas en los equipos digitales e intentar captar esa publicidad impresa en el formato digital. No será un proceso fácil y los editores tienen claro que incluso puede ser traumático, pero creen que es la única solución para detener la sangría y en unos años asumir estas pérdidas y entrar por fin en beneficios. Y es que los resultados de los últimos años son reveladores e indican que el lastre sigue siendo el papel a pesar de seguir teniendo una importante facturación.
En este punto la labor del equipo de marketing es capital ya que les tocará convencer a los anunciantes de que su inversión en papel puede ser igual de rentable en los formatos digitales. Recordemos que de momento son pocos los diarios que pueden vivir se la publicidad digital, pero el objetivo es acercarse a estos diarios como Marca o AS que ingresan más del 60% de sus ingresos por digital.
Es por ello que el proceso será lento y el cierre no se producirá hasta estar completamente seguros de que no será un fiasco comercial. Los proyectos también incluyen la puesta en marcha de muros de pago que puedan compensar los ingresos por venta de ejemplares que todavía siguen sosteniendo de manera importante los ingresos totales de los diarios.
¿Y el resto de los diarios impresos? Se lo piensan pero de momento no se atreven a dar el paso que por lo demás representaría un histórico en la prensa mundial. España sería el primer país del mundo en el que sus dos principales diarios impresos por tirada desaparecería casi simultáneamente para dar paso a sus ediciones digitales.
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¡Feliz día de los Santos Inocentes!
