De todas las ficciones de Mediaset, podemos decir que B&b ha sido una de las series que más expuesta ha estado a cambios y variables. Desde Telecinco han utilizado esta serie como comodín –especialmente esta segunda temporada- y así le ha ido a la ficción protagonizada por Belén Rueda y Gonzalo de Castro. Con su episodio de ayer, la serie inspirada en una redacción periodística ha llegado a su fin, y negro se plantea su futuro.
Además de no convencer en audiencias y perder peso en relación a su primer año en antena, muchos de los rostros que hemos visto en B&b se han comprometido con otros proyectos, que difícilmente podrán compaginar con una más que cuestionable e hipotética tercera temporada. Uno de esos casos es el de su protagonista principal, Belén Rueda, que ha decidido mudarse de grupo y ya rueda junto a Atresmedia un nuevo título, La Embajada.
Ella no es la única, Gonzalo de Castro, también anunció su fichaje por Atresmedia para rodar la segunda temporada de Bajo Sospecha, y así otros actores como Luisa Martín. Esto empeora aún más si cabe, la posibilidad de que pueda existir continuidad para una serie que Mediaset ha maltratado.
En su primera temporada, la ficción finalizó con una media de share de 14,3%, y en la segunda, que finalizó en la noche de ayer, lo ha hecho con un 12,4%. Aunque el descenso es notable, lo cierto es que entra dentro de lo esperado, y es que a lo largo de esta segunda etapa, varios han sido los cortes que ha sufrido la serie y cambios de programación, que han desconcertado a los espectadores.
Desde Telecinco no han dudado en decantarse por subir la audiencia y frenar en seco los capítulos de B&b aunque los espectadores de la serie se resintieran, para dar paso a varias semanas de cine, y apostar por el estreno de Ocho Apellidos Vascos en Televisión. La última vez que decidieron cortar la serie fue la pasada semana, que en lugar de emitir el último capítulo de esta segunda temporada, lo pospusieron durante una semana para emitir la final de Gran Hermano 16.
Comportamientos como este ya lograron despertar las quejas de parte del reparto. Y es que la espera para comenzar las emisiones la segunda temporada a mediados de septiembre –que ya estaba grabada desde hacía meses- provocó las quejas de actores como Dani Rovira, que expresó su queja sin ningún tipo de tapujos: “No sé lo que entiende Mediaset por próximamente” recalcó. Además este retraso provocó que muchos de los contenidos de esta segunda temporada se quedaran obsoletos. De esta manera B&b se ha convertido en una moneda de cambio para Mediaset, y en un juguete roto al que le quedan pocas expectativas de futuro.
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