Si hablamos de startups, es imposible que no pensemos en Sillicon Valley. Es el paraíso del emprendedor. Ese destino al que todos quieren llegar y que sólo unos pocos afortunados alcanzan. El resto se quedan en Europa la cual, sin desmerecer es esfuerzo que realizan sus capitales en innovar, no llega al nivel de sus homónimos americanos. Sin embargo, y como bien refleja el estudio realizado por la consultora Roland Berger, la distancia entre ambas se está reduciendo, por lo que la equidad está cada vez más cerca.
Y es que, en los últimos 8 años, ha aumentado en un 400% el número de empresas de índole tecnológica las cuáles recaudaron, en el primer semestre, casi 7.000 millones de dólares, lo que se traduce en un crecimiento del 86% con respecto al año anterior. Esto augura un futuro prometedor, en el que se prevé que caigan los cuatro mitos relacionados con las startups europeas:
1. A los emprendedores no les atrae Europa: El estudio asegura lo contrario. De hecho, refleja que en ella cohabitan diversos ecosistemas, todos con sus características propias. El más llamativo es el de Londres, en el que destacan sus entornos urbanos y dinámicos, junto con el de Berlín, en lo más alto por su enorme fuerza creativa. Tampoco podemos olvidar a París, en el que yacen 12.000 startups, de ingeniería la gran mayoría, Amsterdam o Barcelona.
2. ¡No tenemos capital!: Hasta la fecha, esta afirmación no es del todo falsa y viene generada por la falta de financiación. Sin embargo, y según el informe, la tendencia está cambiando. De hecho, este muestra que el número de empresas que han conseguido el llamado “capital semilla” se ha elevado en un 600% desde 2009. Además, desde el punto de vista estructural, es más barato crear una compañía ya que, con la nube, muchos costes técnicos se han reducido.
3. Europa no gusta a los talentos: O eso se ha dicho hasta ahora. Y es que el estudio demuestra que esto es completamente falso. Si es verdad que, inicialmente, las trabas impuestas en Europa eran mayores (sobre todo por el lenguaje y ciertas restricciones laborales) que, por ejemplo, en India. Sin embargo, y gracias a la crisis, la gente ha podido ver, por un lado que se necesitaba un nuevo modelo económico y, por otro, que el formar parte de una gran empresa no implica seguridad. En resumen: saben que hay vida más allá, y que las pequeñas empresas son alternativas reales. A su vez, Europa está fortaleciendo la estructura de su valorado ecosistema, comenzando por facilitar la movilidad de sus trabajadores.
4. Europa no tiene un ambiente de negocios adecuado para las startups: Si hemos de ser sinceros, esto era cierto hasta hace poco. De hecho, se está trabajando para mejorar la infraestructura digital de cada mercado, de manera independiente. Así, se puede afirmar con certeza que la penetración de las ‘hubs’ es aceptable, mientras que el buen posicionamiento offline hace que contemos con una serie de ventajas en diversos campos más técnicos, como la automoción o la ingeniería.
Crecen los salarios, aunque no lo suficiente
Con todo esto, sólo añadir que, si bien en Silicon Valley, el salario medio de los trabajadores de empresas digitales está entre los 195.000 y los 291.000 dólares (dependiendo del rango), en Europa estamos todavía en los 127.000 dólares. Esto refleja lo que decíamos al principio: la diferencia aún en visible, pero desaparecerá si se sigue trabajando como hasta ahora… ¡Y si no olvidamos nunca lo digital!
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