En los últimos años los medios de comunicación han experimentado un cambio profundo. Con la llegada de las nuevas tecnologías, las redes sociales y la web 2.0, los más tradicionales, como la prensa, han entrado en aprietos. Por si fuera poco, también se ha transformado el consumo de la información y la crisis económica mundial ha traído consigo un descenso de la inversión publicitaria. Entonces, ¿cuál es la solución?
Aunque nadie parece saberlo, muchos se inclinan por una fórmula clara: apostar por lo digital y crear contenido especializado para Latinoamérica. “En las redes sociales hay muchas noticias por todas partes”, recuerda el periodista colombiano Juan Carlos Iragorri, por eso la gente no se interesa como antes en las publicaciones en papel. Conscientes de eso, los directores de los diarios importantes invierten mucho más en sus páginas online para aumentar su influencia y alcance.
“Desde hace meses los consejos de redacción del New York Times ya no se hacen para la edición impresa, sino para la página web. En el Washington Post, por ejemplo, el aumento de la web el último año ha sido de más del 60 por ciento y revistas importantes de Colombia, como Semana, empiezan a prestarle más atención”, explicó el periodista en una entrevista con prlatam.
Iragorri reside actualmente en Washington D.C. y desde allí dirige y presenta los programas Voces RCN, en RCN Radio, y Club de Prensa, en el canal NTN24. El primero es uno de los espacios diarios de opinión más importantes de la radio colombiana. El segundo es una plataforma de análisis internacional sobre las noticias del día con el que, el año pasado, obtuvo el Premio de Periodismo Rey de España en la categoría de Televisión. Además es corresponsal de la revista Semana, asesor en Estados Unidos del diario El País y director y fundador de la Maestría en Periodismo de la Universidad del Rosario, en Bogotá.
Conocedor de los medios de comunicación internacionales desde dentro, ha visto como se ha efectuado este cambio de paradigma. “Ahora hay más medios que llevan noticias a los lectores iberoamericanos, porque las noticias son más transversales: cualquier sobresalto de un país, interesa en otro. En ese sentido, creo que todo ha cambiado muchísimo, porque le llega mucha más información al lector de lo que le llegaba hace 10 años”. De manera que, aunque internet ha provocado la pérdida de difusión y publicidad de los grandes diarios y le ha quitado lectores a las versiones impresas, también les ha dado un número muy superior de visitantes a sus sitios. Y muchos de ellos están en un lugar: América Latina.
¿Hay un lector latinoamericano?
Se estima que en la actualidad hay entre 300 y 400 millones de internautas en América Latina. Entre todos los países, Brasil posee la mayor población digital y la quinta del mundo —con 89,5 millones de conexiones—. Si a esto se le suma que según el informe Latinobarómetro 2015 los jóvenes de la región “pueden dejar de comer una segunda comida al día con tal de acceder a Internet”, entonces no es de extrañar que el buscador por antonomasia, Google, lanzara junto a más de 30 medios de comunicación internacionales, un proyecto de “páginas móviles aceleradas”, para garantizar un acceso súper rápido a la información a través de dispositivos móviles.
El diario español El País es uno de los colaboradores de esta iniciativa. Desde hace unos años, el periódico ofrece cuatro “versiones” de su plataforma online: la tradicional, una en catalán, otra en portugués y una edición América. Esta última es una de sus apuestas más ambiciosas.
“Hay cosas que interesan a los lectores de todos los países, como la economía, pero el incremento del comercio mundial ha hecho que los [lectores] se interesen por determinadas cosas. La decisión del diario de hacer la versión El País América con una selección de noticias distinta, como las elecciones en Venezuela o Argentina, la campaña de Estados Unidos con las incidencias de Trump y Hillary, el proceso de paz en Colombia o la visita del Papa a Cuba, es una apuesta interesante, porque solo uno de cada 10 hispanohablantes ha nacido en España y el mercado está en América Latina”, indica Iragorri.
El País y su conquista del lector latinoamericano
“Hay un lector global y eso nos ha cambiado. No podemos hacer un diario para España, sino para el lector en español”, confesaba José Manuel Calvo, jefe de opinión del diario, en una mesa redonda llamada “La información en el siglo XXI”, organizada por Casa de América el año pasado.
Durante su intervención, el periodista dijo que esta premisa influye en la selección de temas, el cuidado del idioma y la búsqueda de perspectivas que interesen a todos los lectores. La estrategia de “conquista” del público latinoamericano les ha llevado no solo a lanzar una versión especial para ellos, sino que han enviado redactores a crear oficinas nuevas en México, Los Ángeles, Miami, Silicon Valley y reforzar las de Nueva York y Washington, con equipos propios y columnistas. Además de traer a periodistas latinos a trabajar en la sede central en España.
“No vemos otro futuro sino crecer en América Latina”, afirmó, mientras ofrecía datos que demostraban el éxito obtenido por el diario que este año cumple cuatro décadas de fundación. “Vendemos 55 mil ejemplares en las principales capitales como Buenos Aires, México D.F., Santiago de Chile y Santo Domingo. Desde septiembre del 2014 hemos tenido un crecimiento del 100 por ciento. La edición Brasil va en incremento y la América tiene 10 millones de usuarios únicos entre ordenadores y móviles”, añadió.
El reto de los medios impresos
Calvo asegura que los “rendimientos espectaculares” de El País no se reflejan en lo económico. Algo que revela el gran desafío que tienen por delante los medios de comunicación en este nuevo orden informativo: cambiar el modo en que se financian. Los anuncios de las ediciones digitales resultan, en la mayoría de los casos, insuficientes para compensar las pérdidas de ingresos de las ediciones impresas. Mientras tanto, la opción de cobrar a quien lee su contenido digital, no termina de convencer a unos usuarios que ya están muy acostumbrados a que todo lo que hay en internet debe ser gratis.
“El reto es hacer que la facilidad que hay para leer, la haya para pagar, aunque la gente no quiera”, confirma el directivo del periódico español. “Los cambios que hemos experimentado son tremendos. Las empresas cierran y eso causa estragos, sobretodo en la transformación de los periodistas”. Una opinión que comparte Juan Carlos Iragorri, quien ha visto como grandes profesionales son sustituidos por otros de menor experiencia. “Mantener la calidad no es fácil cuando los ingresos de la prensa se están reduciendo”, concluye. Y aunque por ahora no se vislumbra una salida exitosa y rápida, tampoco es imposible.
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