La CNMC continúa implacable en su control a las cadenas de televisión y sus espacios publicitarios. Después de sendos expedientes y onerosas sanciones a Atresmedia y Mediaset es la primera vez que el expedientado es La 1. El canal público que en teoría no debe emitir anuncios publicitarios ha sido advertido por emitir presunta publicidad encubierta de productos o servicios relacionados con la salud en el programa de Mariló Montero La Mañana.
El expediente se refiere al programa del día 18 de febrero de 2015. En esa emisión, se difundió, como sección propia dentro del programa, el espacio Saber vivir que trató el problema de la miopía, hipermetropía y astigmatismo, participando como invitado un oftalmólogo que trabaja en la Clínica Baviera. Según la CNMC “el tratamiento dado a la información adquiere un tono comercial con menciones que apelan a las virtudes y ventajas de dicha clínica, incluso con primeros planos de su página web”.
Para el regulador “durante la emisión del programa se aprecian indicios de la existencia de una finalidad publicitaria y promocional, derivada de una incitación directa al consumo de ciertos productos o servicios y sin la identificación como publicidad, contextualizado todo en una sección con un contenido informativo y divulgativo. Todo ello, en su conjunto, contribuye a generar una confusión o error al telespectador sobre la naturaleza de lo que está viendo”.
El artículo 18.2 de la Ley General de la Comunicación Audiovisual prohíbe la publicidad encubierta: “Está prohibida la comunicación comercial encubierta y la que utilice técnicas subliminales”. La incoación de este expediente no prejuzga el resultado final de la investigación. Se abre ahora un periodo máximo de 6 meses para la instrucción del expediente y para su resolución por la CNMC. CRTVE dispone de un plazo de quince días para presentar alegaciones.
Este expediente que puede pasar desapercibido reabre viejas heridas en la casa pública que en el pasado ya ha tenido problemas con Saber Vivir y la publicidad “encubierta” de los productos a los que se refiere. En mayo de 2009 estallaba el escándalo tras las denuncias de publicidad encubierta insertadas en el programa cuando todavía era un programa separado de Las Mañanas de Mariló Montero– y los supuestos cobros irregulares que el presentador del espacio Manuel Torreiglesias realizaba a estos anunciantes.
Torreiglesias era finalmente apartado del programa imputado por permitir “anomalías publicitarias” y por “haber incumplido algunas normas básicas” de la cadena relativas a la inserción de espacios de publicidad en los programas. “No he cobrado ningún canon bajo cuerda, ni he robado ni me lo he llevado en silencio”, declaraba Torreiglesias en una rueda de prensa para defender su honestidad.
Con este expediente la CNMV también pone veladamente sobre la mesa el cuestionable sistema de financiación publicitaria de la cadena en estos momentos solamente centrado en los patrocinios culturales. Es verdad que el la publicidad encubierta está prohibida, pero con todas las puertas cerradas a la publicidad los diferentes programas de RTVE buscan fórmulas para intentar aligerar costes dfe producción y mejorar los ingresos.
Los últimos datos de 2015 indican que la cadena ingresa 48,8 millones de euros por la vía del patrocinio cultural, la única mediante la cual se puede insertar publicidad en TVE, una alza sobre los 18,2 millones que representó en 2014. En el último año estos patrocinios culturales se han intensificado considerablemente tanto en número como en duración de los spots. Ello mientras sigue en el aire una reforma al sistema de financiación de la cadena pública, una demanda desesperada de todos los Presidente y directivos de RTVE que sucesivamente han asumido la dirección de la Corporación desde que en 2010 comenzara el nuevo sistema sin publicidad.
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