Muchas reuniones, numerosas declaraciones cruzadas, múltiples desencuentros y varios años después en abril del pasado año por fin se aprobaba el Real Decreto-ley 5/2015 que regulaba la venta centralizada de los derechos televisivos de nuestro fútbol. Los esfuerzos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) liderada por su presidente, Javier Tebas, veían sus frutos tras las arduas e interminables negociaciones con el Consejo Superior de Deportes (CSD) y su máximo representante, Miguel Cardenal.
El principal objetivo de este nuevo marco normativo no era otro que aumentar esta partida y equiparar nuestra competición doméstica a otras grandes Ligas como la Premier, principal ejemplo a seguir para Tebas. Es evidente que gracias a la venta centralizada nuestra Liga ha logrado incrementar de manera notable esta temporada 2015/2016 sus ingresos, pero aún seguiremos durante mucho tiempo a años luz de lo que recauda la Premier por sus derechos de televisión. El campeonato inglés sigue siendo altamente atractivo para los espectadores y seguidores en su ámbito nacional, donde influye la alta penetración de la televisión de pago en los hogares y cuyo desarrollo en España está siendo impulsado ahora por Movistar+. También en el terreno internacional donde estos derechos son muy competitivos.
En el caso español la idea o el reto es equipararse a ese tirón de la Premier en los próximos cursos. En la actual temporada 2015/2016 el aumento ya ha sido significativo pasando de los cerca de 800 de la anterior a los casi 1.200 de la actual. Un notable avance que repercutirá directamente en los equipos de Primera y Segunda División. Sin embargo, esta era sólo una primera prueba de fuego puesto que la aplicación real de la venta centralizada comenzará la próxima temporada y hasta la 2019.
Será desde esa temporada 2016/2017 y hasta la 2018/2019 cuando La Liga se embolse alrededor de 4.600 millones de euros, mientras que la Premier ha vendido su campeonato por tres años en cerca de 7.000. Una diferencia de 2.400 millones de euros aún muy significativa, que se espera se vaya reduciendo con el paso del tiempo. Desde el próximo curso La Liga tiene asegurados hasta el momento algo más de 1.500 euros por temporada: 633 por el conjunto de ocho encuentros, los 250 de El Partidazo, 300 por los derechos de los bares y unos 635 por los internacionales a los que hay que restar los cerca de 100 que se lleva Mediapro por su labor como intermediario y agente oficial de La Liga.
A este montante aún queda sumarle lo que se recaude por la venta de los derechos que aún no han sido adjudicados, es decir, el famoso partido en abierto y los polémicos resúmenes exclusivos que tantos quebraderos de cabeza están generando esta campaña. Es por ello que La Liga se mantendrá –al menos la próxima temporada- a unos 800 millones de la Premier, cuyos ingresos anuales alcanzan los 2.333 millones de euros. ¿Llegará a hacerse realidad el ‘sueño inglés’?
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