Los periodistas que cubren las actividades de la presidenta chilena Michelle Bachelet pusieron el grito al cielo al enterarse que a partir de ahora, y a pesar de estar oficialmente acreditados, no podrán acompañar a la mandataria en sus viajes al extranjero. El anuncio fue hecho por la jefa de prensa, Haydée Rojas, en el Palacio de La Moneda, quien informó que la convocatoria para los medios de comunicación ya no será abierta, sino que la presidencia elegirá a cuales “invitará”.
Antes podían asistir prácticamente todos los equipos que cupieran dentro de la aeronave. Ahora se invitaría solo a algunos de los acreditados mediante un sistema de turnos en función de cada viaje. Rojas explicó que el cambio obedece a un tema de logística y reducción de costes, pero muchos aseguran que todo obedece a una “pérdida” de la confianza entre el equipo de la presidenta y los reporteros que cubren La Moneda. Algunos de los cuales han divulgado conversaciones privadas y tomado fotografías comprometedoras en el avión presidencial. Una situación que no ha sentado nada bien a Bachelet.
Críticas ante la medida
Inmediatamente después de conocerse el nuevo criterio de selección, las críticas de periodistas, directivos de medios, gremios de prensa y parlamentarios opositores al gobierno no se hicieron esperar. En un comunicado, la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) manifestó su “profunda preocupación” por la medida, al considerar que “afecta nuestro deber de entregar una completa y oportuna información, así como nuestra contribución permanente a la fiscalización de la acción de las autoridades y poderes del Estado”. Y agregó que “el derecho de los ciudadanos a estar bien informados supone el libre e indiscriminado acceso a las diversas fuentes noticiosas de interés público, de modo que cualquier restricción arbitraria afecta la responsabilidad social”.
Ante el gran número de voces en contra, el equipo de la presidenta no tuvo más remedio que dar marcha atrás. Según explicaron, la reducción de cupos para cada viaje se mantiene, pero serán los propios periodistas los que deberán resolver -ya sea por acuerdo o por sorteo- quiénes viajarán. Aún queda ver si el nuevo método funcionará. Pero muchos se muestran escépticos.
“Como pasa desde hace algún tiempo, hay temporadas en que se acumulan los tropiezos. Ellos, casi siempre, se deben a la intolerancia oficial. Lo de los viajes, que se acaba de plantear, es un error inaceptable que solo se puede comparar con las restricciones al acceso a La Moneda durante la dictadura”, opinó Abraham Santibáñez académico y Premio Nacional de Periodismo 2015.
A través de una carta pública en el periódico La tercera, el periodista que estuvo vetado de manera permanente en La Moneda advirtió a Bachelet que “las ‘impertinencias’ (reales o supuestas) de los reporteros no se superarán con la prohibición de acercarse a la Presidencia”, escribió. “Sería más probable, en cambio, que si la autoridad accediera a responder preguntas ‘incómodas’, se lograra un régimen de respeto mutuo. Ello beneficiaría en último término a la sociedad en su conjunto, que busca explicaciones y que cree que el mejor camino para obtenerlas es por intermedio de los profesionales de la prensa”.
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