Cuando el 25 de mayo del 2000 la periodista colombiana Jineth Bedoya dejó la redacción del diario El Espectador para ir una entrevista en la prisión La Modelo de Bogotá, nunca pensó que su vida cambiaria para siempre. La reportera investigaba la muerte de 26 presos del penal y su vinculación con el tráfico de armas entre la Policía y los paramilitares de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia). Al ser citada por uno de los paramilitares apresados, acudió al recinto, pero cuando se disponía a entrar fue secuestrada por tres hombres. Durante 16 horas, Bedoya fue torturada y violada, hasta que finalmente la arrojaron a una cuneta. Hoy, después de 15 años, uno de los responsables ha aceptado su culpabilidad.
Tras15 años logré que el primero de mis victimarios reconociera mi secuestró, tortura y violación. No es su victoria! Es de las víctimas!!!
— Jineth Bedoya Lima (@jbedoyalima) febrero 2, 2016
Los victimarios siempre deslegitiman la palabra de la mujer abusada, pero hoy triunfó la palabra de las mujeres! Las que no se rinden!
— Jineth Bedoya Lima (@jbedoyalima) febrero 2, 2016
Con estos tweets la periodista y subdirectora del diario El Tiempo celebraba que Mario Jaimes Mejía alias “El Panadero”, reconocía los cargos imputados por la Fiscalía colombiana. En 2011 ella lo había confrontado personalmente en la cárcel, pero lo único que él dijo fue que era una victima más y que lo acusaban de algo que no había hecho. El paramilitar, exjefe de las AUC y quien la había contactado ese fatídico día, había sido convocado a juicio en julio del año pasado, pero “aplazamientos injustificados” habían impedido su realización en cinco ocasiones.
Este 2 de febrero y para sorpresa de Bedoya, El Panadero le pidió perdón y reveló que todo fue un método para silenciarla por la investigación que realizaba. “Quiero pedirle perdón a la señora Jineth Bedoya, a nombre mío y a nombre de las Autodefensas. También le pido, a través de este medio, que no abandone a las víctimas de lo que sucedió en la cárcel Modelo de Bogotá”, dijo a través de una videoconferencia desde la cárcel. Estas palabras podrían acarrearle 25 años tras las rejas. Sería el primero de todos los culpables en pagar. Aún quedan pendientes los exparamilitares Jesús Emiro Pereira Rivero y
Alejandro Cárdenas Orozco, alias “JJ”.
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