El pasado mes de diciembre tuvo lugar en Orlando (Estados Unidos) la 57ª Reunión de la Asociación Americana de Hematología (ASH en sus siglas inglesas). En este evento, al que asisten más de 20.000 expertos de todo el mundo, se presentaron más de 5.000 estudios y ponencias que pusieron sobre la mesa los principales avances contra las enfermedades de la sangre y el sistema linfático. Con el objetivo de destacar lo más significativo de esta importante cita internacional, la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) ha organizado en Madrid la 13ª Reunión Post-ASH “Conclusiones de The American Society of Hematology – 57th Annual Meeting and Exposition”, que ha contado con la asistencia de más de 500 hematólogos españoles y que se ha celebrado en el marco del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora el 4 de febrero.
“No cabe duda de que la hematología de los centros españoles está a la vanguardia mundial”, ha apuntado el doctor José María Moraleda, presidente de la SEHH. “Esto ha tenido su fiel reflejo en ASH 2015, donde ha habido una notable participación de grandes equipos y grupos de trabajo de nuestro país”, añade. De cara al futuro, “la investigación clínica, apoyada en estudios genéticos y moleculares -es decir, en la investigación traslacional-, va a necesitar el apoyo de todos los agentes sociales, pues seguirá siendo imprescindible para contribuir a los futuros avances de la especialidad”.
Los doctores Adrián Alegre Amor, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario La Princesa, de Madrid, y Armando López-Guillermo, hematólogo del Hospital Clínic de Barcelona, han sido los encargados de coordinar esta reunión post-ASH, en la que se han analizado los resultados favorables de nuevos fármacos para el tratamiento de diversas neoplasias hematológicas, como las leucemias agudas y crónicas, los linfomas y el mieloma múltiple. “Son fármacos dirigidos contra dianas específicas, nuevos mecanismos celulares o genes mutados más eficaces y seguros”, señala el doctor Alegre. “Estos tratamientos más personalizados han mejorado el pronóstico de estas enfermedades y han ampliado las opciones terapéuticas”. También se han presentado estrategias de inmunoterapia dirigida que, combinadas con terapias habituales, “pueden mejorar todavía más los resultados”, afirma. Así, “el objetivo último debe centrarse en desterrar la quimioterapia del manejo de estas patologías”.
La inmunoterapia con nuevos anticuerpos monoclonales, el bloqueo de ‘checkpoints’ y el uso de linfocitos T modificados contra los tumores son algunos de los principales avances terapéuticos. Esta última estrategia, basada en el uso de linfocitos T modificados (CARTS) contra receptores antigénicos quiméricos, es una auténtica revolución y ya ha mostrado su eficacia en la leucemia aguda, en los linfomas y hasta en varios pacientes con mieloma múltiple –por primera vez-.
Precisamente, el mieloma múltiple es una de las patologías que presenta más avances. “En apenas dos semanas del pasado mes de noviembre, la FDA aprobó tres nuevos agentes (elotuzumab, daratumomab e ixazomib) para pacientes con mieloma en recaída o refractario, que es el peor escenario posible”, explica el doctor Alegre. “Estos se sumaban a otros agentes aprobados con anterioridad, cuyos estudios más recientes, presentados en ASH 2015, confirman su potencial en la lucha contra esta enfermedad”. En la amiloidosis primaria, una enfermedad incurable y muy severa relacionada con el mieloma múltiple, se han presentado -por primera vez- resultados favorables con anticuerpos monoclonales, así como con un agente que elimina la sustancia amiloide orgánica.
En cuanto a los procesos linfoproliferativos crónicos y los linfomas, se han presentado resultados favorables con nuevos inhibidores de kinasas, como ibrutinib o idelalisib, así como con inmunoterapia activa con nuevos anticuerpos monoclonales y adoptiva con CARTS. “La lista de agentes en desarrollo es muy amplia, lo que abre grandes expectativas en estos pacientes”, indica el doctor López-Guillermo. “Algunos de estos fármacos acaban de incorporarse a su uso común en el sistema público de salud”, añade. “La inmunoterapia adoptiva también se ha mostrado eficaz en el control tumoral post-trasplante hematopoyético alogénico”.
De cara al futuro, “es muy probable que sigan desarrollándose nuevas terapias dirigidas al control más rápido y duradero de todos estos procesos, y se explorarán nuevos usos para los agentes ya aprobados”, afirman estos expertos. “Estos nuevos agentes y estrategias, aprobados en muchos casos para pacientes resistentes a los tratamientos disponibles, se adelantarán a la primera línea”. Asimismo, las terapias adaptadas en base al perfil genético de la enfermedad representan un reto de la medicina personalizada y de la investigación traslacional. “En el caso concreto de la leucemia mieloide aguda –una entidad en la que no se han producido grandes avances desde los años 90-, se ha descrito la prolongación de la supervivencia con un inhibidor múltiple de kinasas, la midostaurina, asociado a quimioterapia en pacientes adultos con la mutación FLT3”. El sorafenib “es otro agente favorable en el mantenimiento post-trasplante de este tipo de pacientes”.
Avances en Hemostasia y Anemias
Por otro lado, se han presentado avances importantes en el área de la hemostasia, como es el hecho de disponer, por primera vez, de un antídoto (idarucizumab) contra uno de los nuevos anticoagulantes directos orales, lo que “supondrá un uso mayor de estos agentes en lugar del tradicional Sintrom”, señala el doctor Alegre. En este ámbito también se ha dado a conocer una nueva estrategia que puede revolucionar el tratamiento de los hemofílicos. Se trata de un anticuerpo monoclonal biespecífico, ACE910, de aplicación subcutánea y semanal, que “evita la necesidad de Factor VIII y que podrá mejorar enormemente el tratamiento de estos pacientes sin precisar terapia sustitutiva”.
En el campo de las anemias, estos expertos destacan los resultados favorables de un nuevo agente (luspatercept) subcutáneo que reduce la anemia y las necesidades transfusionales en el tratamiento de la beta-talasemia, un tipo de anemia caracterizada por un déficit en la síntesis de cadenas beta de la hemoglobina. También se ha presentado, por primera vez, un potenciador de la afinidad de la HB por el oxígeno (GBT4440), de uso oral, para la anemia falciforme.