Las cifras de empleo femenino en el sector tecnológico son muy bajas. Esto demuestra que se está creando una brecha tecnológica que nos puede hacer perder el tren del futuro a muchas de nosotras y, con ello, un mundo de oportunidades. Los últimos estudios realizados muestran que el número de mujeres trabajando en el sector tecnológico es ahora de un 25% aproximadamente, frente al 35-40% de la década de los 90. Paralelamente, se ha visto un descenso en el número de universitarias matriculadas en carreras de este sector. En España, particularmente, aunque son mayoría las egresadas (57,6%) y en todas las ramas (sociales, artes y humanidades, salud y ciencias) las mujeres superan el 52,6 %, en “Ingeniería y Arquitectura” representan solo un 26%.
La razón de esta situación es que según se ha ido popularizando la profesión del informático o ‘teleco’, se ha ido deteriorando su imagen, porque:
- El cine ha creado un estereotipo del profesional un tanto ‘friki’.
- La sociedad, en general, tampoco lo considera una actividad muy femenina. No se nos relaciona con aspectos técnicos (no nos imaginan con herramientas en las manos o cacharreando).
- Quizás, debido a todo esto, las empresas del sector tecnológico están muy masculinizadas (con entornos de trabajo difíciles para las mujeres).
Para que esto cambie habría que crear un rol con el que las chicas puedan identificarse y para ello es necesario empoderar a las mujeres que ya están en este sector. Son ellas las que pueden lograr este cambio. Cuando hablamos de empoderamiento, nos referimos a aumentar la fortaleza de las personas para impulsar cambios positivos de las situaciones en que viven. Para ello, tenemos que ofrecerles recursos para superar y cambiar esta situación. Aprender a reconducir las emociones para que nos sirvan de palanca y refuerzo, al mismo tiempo que cambiamos la perspectiva que nuestro entorno tiene sobre nosotras. Hay que trabajar y fortalecer: la autoestima, la asertividad, la seguridad/autoconfianza y la credibilidad.
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