Su filosofía y manera de producir se basan en la tradición y artesanía originarias del mundo de la vinicultura de principios del siglo XX. Con estas premisas se presentan las Bodegas y Viñedos Valderiz. Son únicos en su especie y hacen posible que disfrutemos, en la actualidad, del sabor más puro y ancestral del vino. De la mano de su CEO, Juan Esteban Cristóbal, conocemos en primera persona la historia y particularidades que hacen de esta marca una de las más destacadas y famosas de toda la región de Ribera del Duero.
Desde Roa, un pequeño pueblo de Burgos, nacen los viñedos con más personalidad de toda la Ribera. Viñedos de uvas blancas, autóctonas, utilizadas para la producción de vinos tintos y con un proceso ecológico en su cultivo y manipulación. Así es como nacen los vinos de Bodegas Valderiz, una de las bodegas con más reconocimiento y personalidad del momento.
Un éxito con historia.
Para entender el secreto de su éxito tenemos que remontarnos hasta principios del siglo XX, cuando el abuelo de Juan Esteban comenzó a plantar sus viñedos. Su padre consiguió conservar y ampliar los cultivos hasta el nacimiento de la bodega, en 1997. Nuestro invitado, junto con sus hermanos, se propuso crear su propia marca y diferenciarse del resto por la calidad de su materia prima y de su trabajo: “Nos denominaban los pioneros de la vinicultura ecológica en la Ribera del Duero” comenta. Casi a modo de prueba, y muy despacio, Bodegas Valderiz comenzó a fabricar su producto para ver cómo los consumidores reaccionaban. En la actualidad, su comercialización se encuentra más o menos consolidada, aunque siguen luchando por su proyecto.
Su modo de trabajar se basa en la filosofía orgánica, aunque no ha sido hasta hace un año cuando se han decidido a documentar y conseguir la certificación: “El cultivo sigue siendo el mismo, con la no utilización de productos químicos para conseguir el estado sanitario de la uva, la no utilización de abonos minerales, así como tampoco utilizamos herbicidas”.
Como resultado del extremo cuidado en la uva, y en la manera de producir, Bodegas Valderiz muestran una gama de seis vinos diferentes, cada uno con sus propias características. El más joven, el Valdehermoso Roble, con unos diez meses de crianza y una calidad excepcional. Y el buque insignia de la casa, el Tomás Esteban, elaborado en pequeñas producciones y siempre en años excepcionales, proviene de los viñedos plantados por su propio abuelo, lo que le confiere una pureza y finura sinigual: “En una cata realizada en MadridFusión, la directora de Master of Wine lo calificó como el vino con más personalidad y terroso de toda Ribera del Duero, un elogio muy importante para nosotros” matiza lleno de orgullo.
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