Ya sabemos cómo cuidar las pieles grasas. ¡Problema resuelto! Ahora… ¿Qué ocurre con aquellas que no tienen exceso de hidratación? ¿Qué hacen, por tanto, esas personas que, por ejemplo, tienen la piel seca? Tranquilas. Judith García, del blog Maquillaje y otras Hierbas, llega con unos consejos que van dar vida a tu esos rostros en los que la hidratación brilla por su ausencia: “Se identifican por una sensación de tirantez y de sequedad”. De hecho, y como ejemplo de esto: “Cuando nos lavamos la cara o salimos de la ducha por las mañanas, este tipo de pieles se sienten incomodas, enseguida sienten que necesitan aplicarse una crema para sentirse bien”.
¿Cómo podemos anular esta sensación se sequedad? Llega la primera recomendación. Un primer paso, bastante sencillo: “Lo que recomendamos es una leche desmaquilladora, ya que es un producto más untuoso que hará que las pieles se sientan más cómodas”. Tras esto, un segundo paso que siempre se debe dar es: “Aplicarse un tónico. Éste nos ayuda a reequilibrar el PH de la piel”. Eso sí, no valen todos: “Debemos asegurarnos que no lleve alcohol o ningún producto astringente, ya que podemos conseguir el efecto contrario al que buscamos”. Ambos productos, como bien nos comenta, se pueden encontrar con facilidad, por lo que tenemos la opción (aconsejable) de elegir la que más se adapte a nosotros: “El producto debe ser el adecuado, está claro, pero también tiene que gustarnos porque si no, al final, acaba en el armario sin usar. Es algo que nos ha pasado a todas”.
En lo relativo a la hidratación, algo básicos para estas pieles, debemos usar unas cremas: “Más fundentes, con unas texturas más ricas. Más nutritivas. Estas, se deben aplicar, tanto por la mañana como por la noche”. ¿Y si nos queremos maquillar? ¿Existen opciones que no me resequen más la piel?: “Existen cosméticos con aceites vegetales, que son más ricos. Y eso no significa que tengan grasa, simplemente eso: que son más ricos”. ¿Sus beneficios?: “Estan hechos con productos naturales, contienen antioxidantes los cuales nos ayudan a proteger la piel de las agresiones externas. Hablamos de aceites como el argan, el de avellana, El de aguacate…”. Eso sí, no todos valen, por lo que: “La clave está en elegirlos de muy buena calidad”. ¡Tomamos nota!
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