El FC Barcelona ha sido desde siempre un poder fáctico en Cataluña y por ende entre la prensa catalana. De hecho, sus relaciones institucionales son míticas con TV3, la cadena pública de televisión y con los dos grupos de prensa: Zeta (El Periódico y Sport) y Grupo Godó (La Vanguardia, Mundo Deportiva, 8TV y Rac1), donde las dos partes sacan su rédito. Por un lado, los medios afines ganan notoriedad a nivel nacional e internacional, mientras que el FC Barcelona se asegura contenidos favorables.
En este sentido durante las últimas semanas se han vivido algunos acontecimientos en los cuales el FC Barcelona ha intensificado sus llamadas y presiones a los medios de Comunicación. El primero de ellos ha sido la querella de Jaume Roures contra el ex presidente del club Sandro Rosell por espionaje de sus correos electrónicos. Lo sorprendente es que el informático acusado directamente de robar los correos de Roures –ex empleado de Mediapro- es actualmente el principal responsable informático del club.
En esta línea el Club se ha encargado personalmente de frenar todas las informaciones que fuera de Cataluña fueron portada en casi todos los diarios pero en la prensa local apenas tuvieron repercusión y ocuparon espacios sumamente secundarios en las páginas de los principales diarios catalanes de los grandes grupos de Comunicación. Un verdadero apagón informativo teledirigido desde los despachos del FC Barcelona.
Pero no es el único caso. En los últimos meses los medios catalanes han estado muy presionados para que no aireasen demasiado los líos judiciales de Leo Messi con Hacienda o la polémica generada en torno al fichaje de Neymar y las cantidades de su traspaso. El Barcelona ha hecho hasta lo imposible para que le prensa amiga no si hiciese un eco excesivo de estas situaciones, aunque su éxito ha sido dispar ya que la mayoría de las veces no se ha podido ocultar lo evidente.
En cualquier caso, en estos momentos el Club pasa por un momento dulce y descontando la querella de Roures, parece que hay una relativa calma después de las tempestades de los dos últimos cursos. La marcha del equipo en las diferentes competiciones ayuda a esta percepción y por tanto la relación con los medios afines ha mejorado. Siempre que éstos no se desmarquen de la línea oficial marcada desde el Club.
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