Los resultados electorales del pasado 20 de diciembre han abierto un nuevo mapa político en España que ha retrasado la formación de un nuevo Gobierno. Es por eso, que en los últimos días las distintas agrupaciones han hecho públicos sus planes de trabajo, con el objetivo de negociar con sus posibles aliados políticos. Una de las ‘líneas rojas’ para alcanzar un acuerdo entre las distintas formaciones se centra en el campo sanitario, aunque el presidente de la Comisión de Sanidad de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Carlos González Bosch defiende que la gestión de la sanidad “no puede ser ideológica”. En una entrevista concedida a la Agencia EFE, el directivo ha señalado que “la sanidad no debe ser arma de confrontación política, sino de gestión eficiente de los recursos, y la única forma es un pacto que piden todos”.
A pesar de que “la sanidad juega un papel importante en la percepción del país de lo que funciona bien y funciona mal”, suele ser secundario en los debates políticos. Por lo que no espera mucho en el próximo debate de investidura de Pedro Sánchez, que será “muy político porque cuanto menor es la capacidad de llegar a consensos, los debates se politizan más”. Por eso, Carlos González Bosch comenta que, entre las necesidades de la sanidad, se encuentra “el poder moderador del gobierno central” además de “mucho trabajo de economía, de objetivos y de medidas”, teniendo en cuenta que se trata de recursos limitados y “hay que emplearlos de la mejor forma posible”.
Carlos González Bosch defiende la sanidad pública, pero es consciente que “la colaboración público-privada es absolutamente necesaria para el sostenimiento del sistema sanitario”. En este sentido, opina que “intentar sostener el gasto farmacéutico sin copagos es imposible” y es contundente con aquellos que creen que el copago no es necesario: “me parece una falacia”. Pero lo que de verdad le preocupa al presidente del Grupo Cofares es la pérdida de “consensos básicos” respecto a la gestión de la sanidad, un consenso que parece que “está empezando a resquebrajarse”.
Como máximo representante de las tres subcomisiones dedicadas al sector sanitario, es consciente de que la sanidad es “la primera columna del Estado de Bienestar”. En España se ha conseguido “una situación óptima para la sanidad”, pero se corre “el riesgo de que se deteriore si no hay un consenso básico” ha señalado. Por este motivo, le preocupa que “se empiece a cuestionar la colaboración público-privada” en aquellas Comunidades Autónomas que han cambiado de gobierno en las últimas elecciones autonómicas, sorprendiéndole los casos de Navarra o Cataluña y, muy posiblemente, Valencia. Asimismo, Carlos González Bosch empieza a evidenciar que “la ideología quiere entrar en la gestión sanitaria” lo que puede llegar a ser muy negativo.
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