La Semana Santa es el periodo del año en el que aumenta más el consumo de bacalao en España, con un crecimiento del 200% respecto a los otros meses del año. El consumo de pescado, en general, alcanza unas cifras récord pero es el bacalao el verdadero protagonista de la última semana de cuaresma. Año tras año, el bacalao se ha convertido en un aliado perfecto ya que se trata de un alimento versátil que ofrece una gran cantidad de opciones en la cocina. Los diferentes formatos y formas de consumo satisfacen las necesidades de los consumidores. El consumo de bacalao desalado es el que más ha crecido durante los últimos años, en detrimento a otras presentaciones de la especie, como el bacalao salado o congelado “al punto de sal”, cuyo consumo va en línea decreciente durante los últimos periodos analizados.
En 2015, el crecimiento del mercado de bacalao desalado fue del 5% en volumen, comandado por la marca Royal, que creció un 17% en dicho periodo, consolidando así su liderazgo sobre el resto de marcas de distribución y fabricantes. Joan Ignasi Monfort, Director General de Copesco-Sefrisa, afirma que la principal razón de este aumento de consumo recae en “la comodidad y la practicidad a la hora de cocinar el bacalao desalado y la diferencia de precio respecto al bacalao tradicional salado”.
El 23% de las ventas del bacalao desalado Royal tiene lugar entre los meses de marzo y abril, coincidiendo con las festividades de Semana Santa. Además, la marca insignia de Copesco-Sefrisa se distingue como marca pionera en el proceso de desalado tradicional y es líder en el mercado, con una cuota de mercado del 34% en valor y del 30% en volumen. La evolución de los nuevos hábitos de consumo en todo el territorio español ha repercutido en el aumento global del consumo de bacalao pero, a pesar de que es un alimento que cada vez está más desestacionalizado, sigue concentrando gran parte de sus ventas durante la Semana Santa. A nivel nutricional, el bacalao es una de las variedades más saludables que encontramos en el mar. Está compuesto por un 80% de agua y carece de grasas saturadas. Contiene un alto nivel de proteínas y, además, es rico en vitamina B12 que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, y selenio, que protege las células ante el daño oxidativo.
