Twitter, actualmente, es un barco que navega a la deriva. Un hecho que, si bien es sabido por todos por los múltiples vaivenes sufridos, de los que su estrepitosa caída en bolsa y las diversas salidas/despidos de sus empleados se llevan la palma, adquiere un nuevo nivel tras la información que ha revelado la red social, mediante un documento enviado a inversores y accionistas, en la que da a conocer que su déficit, que asciende, desde su creación, a dos mil millones de dólares. Una cifra acumulada en tan sólo 6 años, lo que resulta, como poco, sorprendente, más si vemos que en 2010 era tan sólo de 28,3 millones.
Sin embargo, lo más preocupante de esta comunicación no es el hecho en sí, sino las consecuencias que puede tener. Más con las palabras vertidas en el informe: “Hemos sufrido pérdidas importantes de dinero en el pasado y podríamos no alcanzar o consecuentemente mantener la rentabilidad” Un aviso a navegantes, con el que Twitter quiere dejarles claro (insistimos, a todos aquellos que hayan metido dinero en ella) que es muy posible que nunca obtengan beneficios, o lo que es lo mismo, que su inversión caerá en saco roto.
¿Qué ha llevado a Twitter a esta situación tan catastrófica? Los usuarios, y más en concreto la ausencia de crecimiento en lo relativo a ellos, ha sido el principal problema, el cual ha repercutido directamente en lo económico, ya que no se ha podido rentabilizar ni los esfuerzos realizados ni los perfiles activos de cara a llenar sus arcas, ahora vacías. Además, han podido constatar que la gente que todavía utiliza la plataforma no entiende bien los servicios que esta ofrece: “Los nuevos usuarios encuentran el producto algo confuso”. De hecho, su idea es que la gente concibe que sus productos son aptos, exclusivamente, para los ‘influencers’ (las cuentas con más seguidores): “Puede haber la percepción de que nuestros productos y servicios sólo son útiles para aquellos que suelan tuitear o para los usuarios influentes con audiencias grandes”. Un hecho erróneo que le ha pasado factura.
En resumen, la llegada de Dick Costolo a Twitter no ha servido de revulsivo, ya que la marca continúa cayendo en picado. ¿Terminará por desaparecer o conseguirá al menos estabilizarse, previo cambio radical en la mayoría de sus políticas?
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