Si pensamos en qué es una marca, aparece en nuestra mente un logo, un nombre, un color, un discurso asociado a ese logo, una forma de vida, una canción, un tipo de ropa, una ideología, unos fans y unos detractores. Eso también es un partido político. Ellos hacen branding y marketing como cualquier otra empresa, que busca crecer y monopolizar mercado. En el debate de investidura 2016, los representantes de la imagen de marca de cada partido, han ido identificados con los valores que quieren asociar a sus formaciones. Pedro Sanchez con corbata roja y traje, a juego con varios miembros de partido. Entre los escaños Populares hacían lo propio con corbatas azules y traje, en contraste con Pablo Iglesias sin corbata y camisa blanca, igual de informal que la mayoría de los diputados de Podemos, representando el rejuvenecimiento de la política.
Hay cinco variables importantes para medir la salud de la marca de un partido político, según Javier Value, consultor y conferenciante de cominicación estratégica, política y coorporativa. Estos son: Liderazgo: se refiere a medir la disponibilidad de la marca, su reputación y su presencia en la realidad política. Compromiso: mide las vulnerabilidades de la marca política, las asociaciones negativas y la resistencia de las personas a adherirse al partido. Atractivo: cuantifica las asociaciones positivas de la marca política. Distinción: mide la relevancia percibida de la marca política y si los ciudadanos perciben que se diferencia de los demás. Satisfacción: mide el desempeño de la marca política en satisfacer las expectativas de los ciudadanos en el partido.
La renovación de la gaviota
La ‘marca PP’, como sus dirigentes, empezaron otra de sus tantas renovaciones en 2015, necesaria para competir con las nuevas y rompedoras ideas que se hacían hueco a codazos en el panorama político. Una vez más retocaron el logo, para actualizar la imagen del partido y presentarlo como un proyecto “moderno y reformista”. Estas estrategias de rebranding y marketing político son idénticas a las utilizadas por las marcas. Se trata de asociar valores a productos, en este caso, a un producto ideológico. Las asociaciones del logo o del concepto de la gaviota son, según Javier Galue Consultor, Profesor y Conferenciante en Comunicación Estratégica y Digital Marketing, “con un partido de derechas, de gente que viste camisa y suéter de pico por encima de los hombros”. Podemos hacernos la idea incluso de qué leen esas personas “El mundo, ABC o la razón” y “que ponen en la televisión Antena3 o Intereconomía”. Eso es lo que todos tenemos en mente, ese es el nicho de mercado que han buscado y el target que eligen para sus votantes con el que tienen que identificarse. Algo reduccionista esta teoría, sin embargo, nos da pistas de otras ideas a las que se asocia ese conservadurismo de hábitos y de vestimenta.
Una rosa de 137 años
Han pasado más de cien años desde que el Partido Socialista se fundara de forma clandestina en un bar. Sin embargo, el rebranding y las estrategias de marketing y comunicación política han hecho que el partido no parezca desactualizado. Pedro Sánchez sería al Psoe lo que una modelo es a una firma de cremas antienvejecimiento, la imagen que defiende la filosofía de una empresa, una cara joven y agradable para atraer el voto del target al que va destinada la estrategia de campaña.
La simbología de Vallecas
Tal y como hemos observado en el Registro de Marcas y Nombres Comerciales del Ministerio de Industria, la marca “Podemos” se encuentra registrada a favor del partido de Pablo Iglesias. La inscripción fue aprobada para “usos comerciales (publicidad, gestión de negocios comerciales y trabajos de oficina)” con tres círculos concéntricos entrecruzados entre sí. Sin embargo, aunque el partido Podemos aparece como titular de la marca, ésta no estaba registrada oficialmente en su sede, sino en la Vivienda de Protección oficial del barrio de Vallecas a nombre de la madre de Pablo Iglesias, donde este solía residir.
En cuanto al simbolismo, en esta marca podríamos analizar durante semanas todos los valores a los que quieren asociarse. Por ejemplo, los fundadores visten ropa de 198. Entre las muchas cosas que reivindica esta compañía están la educación universal, laica y gratuita, el derecho a una vivienda digna, sanidad gratuita y universal o la libertad de expresión y además incluye la bandera republicana en sus diseños.
Sus discursos también están llenos de símbolos como Don Quijote a modo de abanderado de “los soñadores tomados por locos que se toman muy en serio sus sueños”.
Naranjitos del diálogo
Así como muchos, no simpatizantes, se han referido al partido de Ciudadanos como “la marca blanca del PP”, tamibén, Alicia Sánchez-Camacho, la líder del Partido Popular en Cataluña, cuna del partido de la ciudadanía, ha dicho en varias ocasiones que se trata de un partido “sin principios, partido marca-persona y que improvisa a diario su programa”. “Son partidos (en alusión también a Podemos) de moda. Hablan de recuperación democrática pero van a los platós de televisión y hacen reportajes con la corrupción como coartada para alcanzar el poder”.
No obstante, el crecimiento del partido demuestra una buena estrategia de campaña, aprovechando el contexto rupturista que reflejaba la sociedad. Se identifican con la ciudadanía, en su símbolo observamos un bocadillo, como los que se utilizan en los comics, haciendo referencia al diálogo cívico entre partidos. Es lo que reflejan también las palabras del debate de investidura de Albert Rivera: ‘Estamos obligados a entendernos y a escuchar lo que los españoles nos han dicho en las urnas’.
Izquierda cada vez menos unida
Fundada para exigir la salida de España de la OTAN, logró aglutinar a casi todas las organizaciones de izquierdas del país. Sin embargo, tras el divorcio definitivo con Podemos y el surgimiento de nuevas plataformas ciudadanas, han visto menguar sus apoyos. Hoy en día siguen una estrategia activa en redes sociales que no logra hacer sombra al resto de plataformas en social media o en cualquiera de sus estratedias. El logo de este partido en un inicio fue rojo, pero tuvo que optar por el verde para identificarse con otro tipo de valores, cuando se asociaron con Los verdes. Hoy en día han vuelto al escarlata en un intento por mostrar la esencia de su partido.
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