La idea de implantes wearables cada día es más común a pesar de la resistencia que puede causar en algunas personas. Desde la década de 1980 han existido implantes cocleares que han ayudado a la mejora significativa de muchos pacientes, ya para 1990 los implantes anticonceptivos eran una realidad; y así, una plétora de dispositivos implantados han mantenido viva a una gran cantidad de pacientes o, al menos, han mejorado su calidad de vida a través de marcapasos, reemplazos por rodillas biónicas, entre muchos más.
En la medida que la tecnología y la ciencia avanzan, los dispositivos portátiles serán cada vez más pequeño y más inteligentes. Es sólo cuestión de tiempo para que lo más normal es que un ser humano tenga un implante wearable que ayude a monitorizar cualquier situación de salud. Imagina por un momento los beneficios que esto produciría, desde un monitor permanente en tu smartphone, hasta telemedicina con un diagnóstico exacto por el médico desde el otro lado de la pantalla.
Implantes en el cerebro para tratar los principales problemas de salud
La manipulación del cerebro a través del uso de dispositivos tecnológicos es una práctica aceptada en condiciones extremas en las que los medicamentos y otras formas de tratamiento no han sido efectivas. La investigación sobre los trastornos cerebrales ha impulsado un tratamiento de estimulación del nervio vago para tratar la epilepsia severa. Las investigaciones neuro-psiquiátricas y tecnología se centran en la activación con corriente directa transcraneal y la estimulación imán para tratar condiciones como el dolor crónico, la depresión resistente a los fármacos, la fibromialgia, el TOC, el Parkinson y la esquizofrenia.
Los electrodos se implantan en el cerebro y un dispositivo que incorpora un generador de impulsos por batería y se implanta en el pecho o el abdomen con los alambres en el cráneo que conecta los electrodos. Cuando está activado, el dispositivo emite una corriente eléctrica que estimula las fibras nerviosas que llevan información de las áreas cerebrales primitivas asociadas con la motivación en el lóbulo frontal.
Implantes en el cerebro para tratar la parálisis
Un grupo de científicos de Melbourne han desarrollado un dispositivo más pequeño que un cerillo, llamado “stentrode”, para controlar de forma inalámbrica las extremidades y tratar los casos de parálisis o facilitar el manejo de ayuda técnica. Una vez implantado este dispositivo en un vaso sanguíneo próximo a la corteza motora, que es el centro de control del cerebro, capta las señales del cerebro y permite que los pacientes se mueven con un exoesqueleto robótico unido a sus extremidades, que se moverá con sólo pensar la acción.
Se recogen las frecuencias eléctricas emitidas por el cerebro que se codifica en un ordenador, luego, el ordenador envía una señal a un exoesqueleto unido a los brazos o las piernas, lo que permite el movimiento. A finales de 2017, un grupo selecto de pacientes con parálisis de los Royal Melbourne y Austin Hospitales en Australia será elegido para las pruebas pilotos, donde serán implantados con el stentrode. Si la prueba tiene éxito, la tecnología podría estar disponible comercialmente en tan sólo seis años.
El ojo biónico está aquí
Ya es posible restaurar las funciones visuales de un ojo con problemas de visión gracias a la implatación de un chip en la retina, en la parte posterior del ojo, que permite reemplazar los fotorreceptores dañados. El chip captura la luz que entra en el ojo para estimular las células nerviosas de la retina interna para entregar señales al cerebro a través del nervio óptico.
El dispositivo está conectado a un pequeño ordenador que se encuentra debajo de la piel detrás de la oreja. La energía que requiere este dispositivo es proveída por una bobina magnética, que es colocada desde el exterior y tiene el aspecto de un auricular pequeño.
Adiós a las gafas
Ocumetics Technology Corp, es una empresa que quiere eliminar las gafas y lentes de contacto para siempre. El lente biónico Ocumetics es el resultado de ocho años de investigación y 3 millones de dólares en financiamiento. Este dispositivo permitirá ver “tres veces mejor que una visión de 20/20” según sus desarrolladores, algo que supuestamente es de por vida una vez instalado. La cirugía para colocar este implante wearable se estima que costará alrededor de 3.200 dólares.
Microchip anticonceptivos
La firma desarrolladora de microchips Biotech ha estado trabajando en un dispositivo de control de natalidad, apoyado por la Fundación Bill y Melinda Gates, que libera los anticonceptivos y se pueden encender y apagar de forma inalámbrica.
El pequeño chip tiene una antena y una batería. Está diseñado para ser implantado debajo de la piel. Posee una especie de almacén de hormonas que libera una dosis precisa a intervalos programados. A diferencia de otros dispositivos anticonceptivos, éste no tiene que ser retirado cuando la mujer desea tener hijos. Se puede activar y desactivar con un mando a distancia.
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