Se trata de que los clientes vivan algo inolvidable en vez de presenciar pasivos el mensaje de una marca tras otra. Cada vez más empresas se suman a la creación de actividades que nutren de experiencias únicas a sus consumidores, y así, apelando a los cinco sentidos, desarrollen una interacción difícil de olvidar. Cada interacción debe ser inolvidable. El contacto directo de los consumidores con los productos genera una mayor afinidad hacia la marca y aumenta las posibilidades de que se conviertan en nuevos clientes. Son acciones relacionadas con lo que llamamos ‘el marketing de guerrilla’.
Es un tipo de publicidad que las Organizaciones No Gubernamentales utilizan por su alto porcentaje de impacto social. Es el ejemplo de la máquina expendedora situada en el centro de Berlín, que ofrecía camisetas por dos euros, para protestar contra la explotación laboral de los trabajadores en países en vías de desarrollo. Muchos de los que estaban allí se acercaron y metieron una moneda. En lugar de caer la camiseta, se encendía una pantalla que mostraba un vídeo y el siguiente mensaje.“Conoce a Manisha, una de las millones de personas que hacen nuestra ropa barata por menos de 13 centavos a la hora, durante 16 horas al día. ¿Todavía quieres comprarte esta camiseta por 2 euros?”. Después de eso, los compradores podían elegir si comprar la camiseta o donar el dinero. La campaña fue nombrada ‘Fashion Revolution Day’ y estaba acompañada del hashtag #WhoMadeMyClothes (Quién hizo mi ropa) en la que se pedía que la gente se hiciera un ‘selfie’ enseñando la etiqueta de su camiseta.
El llamado marketing experiencial es incorporado por las empresas para fomentar el engagement con sus clientes y engrosar las filas de estos con nuevos cconsumidores. Involucra sobre todo grandes dosis de creatividad y aumentar la relación directa y personalizada con el consumidor. De manera que no solo nos garantizamos el impacto, sino también el recuerdo y a un coste menor.
Según Iebschool estas técnicas pueden aplicarse tanto el sector privado como el público. Y no debe ser una acción aislada, sino que debe integrarse en la estrategia global de la marca para conseguir un único mensaje de claro, consistente y de máximo impacto. En la mayoría de los casos, esto se cumple y las empresas buscan complementar sus acciones. Mientras que las experiencias son la excusa para interactuar con el consumidor, los anuncios en televisión y las redes sociales logran generar una mayor difusión de las acciones.
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