Decimos que una sociedad avanza si tiene un alto nivel de consciencia, que evoluciona cuanto más se conoce la importancia del cuidado de uno mismo, de la familia, de la empresa, la sociedad o el planeta. Sin embargo, si miramos a los líderes o a las personas públicas que conocemos, vemos que no se les exige un alto grado de consciencia sistémica. Como mucho, les pedimos habilidad o consciencia técnica para el ejercicio de la profesión, pero no siempre una consciencia global, por ejemplo, sobre el impacto de sus comportamientos.
Podemos asegurar que los resultados de los grandes dirigentes nunca son mayores que la relación en la que están inmersos. Lo que viene a decir que Relación, Conversación y Resultado están íntimamente ligados. Sin duda, para tener los resultados esperados influye, y mucho, tener buenas relaciones y ser conscientes de cómo y para qué conversamos en cada momento. Hablar de ‘liderazgo consciente’, significa que este nos hace abrir los ojos y ver. Y el coaching ejecutivo no es sino una manera de abrir los ojos para aumentar la consciencia; es una fórmula que permite conectarse con el entorno sin dejar de mirar el resultado deseado.
Todo liderazgo se da en una relación, la que se establece entre líder y liderados. La fluidez del liderazgo dependerá de la calidad de este vínculo. El responsable tiene que ser consciente de las necesidades, expectativas, carencias y emociones de las personas a las que lidera. Y también, de las suyas propias. En este sentido, el colaborador tiene que saber qué es importante para el líder, así mismo, éste tiene que saber qué necesita el colaborador para comprometerse. Otro pilar del Liderazgo Consciente es la comunicación, pues es la herramienta para poder reparar, mejorar y llevar la relación a su punto más óptimo. Las habilidades de comunicación (ofertas, peticiones, feedback…) permiten trabajar la confianza, el compromiso de uno mismo y de los equipos. Éste, es el contexto para la acción; un ancla para el futuro, la brújula para el coach.
Por último, mantener el foco en los resultados es otra característica esencial del líder consciente. Estar concentrado y dedicado a la relación y a la comunicación allana el camino para alcanzar objetivos, metas, superar retos y obtener los resultados deseados. Es la conclusión de todo liderazgo. Por tanto, el resultado que el líder quiera obtener modifica el trabajo a realizar por el coach. Igual que un entrenador que entrena a un atleta para correr 100 metros no hace lo mismo si el atleta quiere correr una maratón, también las conversaciones entre un coach ejecutivo y su cliente son sistémicas, giran una y otra vez alrededor del resultado y no son superficiales ni caprichosas. “Para este resultado que me comentas,… ¿Qué te hace falta?… ¿Qué debes entrenar?… ¿Qué debes saber de ti?… Preguntaría el coach.
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