Tras su fuga del penal del Altiplano el pasado 11 de julio y su posterior captura, parecía que el culebrón sobre Joaquín “El Chapo” Guzmán había llegado a su fin. Sin embargo, la entrevista publicada por la Rolling Stone en octubre y realizada por el actor Sean Penn, con la mediación de la actriz Kate del Castillo, no hizo más que elevar la fama del famoso líder del cartel de Sinaloa. Por este motivo, y aprovechando su tirón en los medios de comunicación, el capo se encuentra en pleno proceso de rebranding para intentar conseguir in extremis su ansiada extradición a una prisión de mediana seguridad en los Estados Unidos.
Para ello, ha orquestado una singular campaña mediática cuyo único fin es mantener su nombre en los principales informativos, utilizando a sus propios abogados y familiares para ello. Emma Coronel, actual mujer del capo y exreina de belleza, ha concedido sendas entrevistas a Telemundo y Los Ángeles Times para poner de manifiesto la situación actual de su marido, asegurando que su salud está en riesgo y acusando a las autoridades de torturas a uno de los narcotraficantes más famosos de México. También los abogados de “El Chapo” han entrado en el juego, apostillándose en las afueras de la prisión donde retienen a su defendido y amenazan con llevar a cabo una huelga de hambre a través de constantes ruedas de prensa, en las que presentan al narcotraficante como un hombre vulnerable y muy alejado del personaje siniestro al que se ha representado en cientos de corridos mexicanos.
Y la última en sumarse a esta inusual propaganda ha sido Rosa Isela Guzmán Ortiz, hija de “El Chapo”, que ha concedido un exclusiva al diario británico The Guardian, en la que ha revelado los vínculos de su padre con altos cargos, cuyas campañas fueron supuestamente financiadas con dinero de su progenitor a cambio de mirar hacia otro lado durante su fuga. Sin embargo, el culebrón parece no tener fin, cuando gran parte de la familia del líder del cartel de Sinaloa no reconoce a Rosa Isela Guzmán, lo que hace sospechar que se trata de una nueva estratagema para mantener al capo en el candelero mediático.
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