Telefónica se ha convertido en la empresa líder en España en solicitudes y concesiones de patentes, con un incremento del 50% en tan sólo un año. Gracias a ello, las solicitudes de patentes nacionales crecieron un 3,8% y sitúan a la compañía de telecomunicaciones en el tercer puesto del ranking de la Oficina Europea de Patentes (OEP), sólo superado por CSIC y Amadeus. Tanto crecimiento en tan poco tiempo debe encerrar un misterio ¿Qué es lo que hace que Telefónica registre tantas patentes?
Quizá el secreto resida en la protección de las innovaciones en los ámbitos de nuevas tecnologías, redes, Big Data o seguridad en Software. Tener los derechos de propiedad sobre ideas o prototipos en estos ámbitos posicionan a la marca en lo más alto en cuanto a innovación, además de hacer palpable el hecho de que la empresa investiga y desarrolla constantemente en sus productos y servicios, con miras a facilitar la vida de sus clientes y anticiparse a la demanda de éstos; así se cimienta esta estrategia corporativa. La información procedente de las patentes es considerada por la compañía como una de las principales fuentes de vigilancia tecnológica. Por ello, cuenta con varias iniciativas para promover la solicitud de patentes por parte de expertos.
Una de esas iniciativas, por ejemplo, es la conocida como patent jam sessions, una especie de brandstorming donde expertos de diferentes áreas se reúnen para enfocar la solicitud de patentes de proyectos I+D. ¿La novedad? Éstos no deben ser específicamente relacionados con el ámbito tecnológico. Desde turismo a fútbol, pasando por alta cocina. Todo vale. Cualquier área es buena para innovar y trasladar al mundo digital.
¿Cómo se concede una patente?
Las patentes pueden concederse en cualquier ámbito o área. El requisito imprescindible es que sea novedoso. Y, para solicitar una patente, es imprescindible describir los antecedentes del área o sector en el que se esté innovando y la novedad que introduce dicha invención. En este caso, en el sector tecnológico. Todo ello debe recogerse en un informe que ayudará a entender mejor qué supone y cómo afecta lo que se presenta.
Este informe supone, a la vez, una reivindicación formal de la información que pertenece al solicitante. Es decir, que protege y pone de manifiesto la autoría de esa idea, lo que comúnmente se conoce como derecho a la propiedad. Es quizá esto lo que más ha motivado a Telefónica a aumentar el número de patentes: da igual que sea una idea absurda a priori, si es buena puede mejorarse en el futuro, pero que sea sólo suya. Estas patentes son concedidas por una Oficina Nacional de Patentes o, en su defecto, por la Oficina Europea. Estas oficinas son las encargadas de hacer realidad lo que parecen simples ideas en papel.
A pesar de lo rápido que parece el proceso, en la compañía española no tienen prisa a la hora de “cocinar” sus ideas. El tiempo no es lo que más importa, sino el resultado. Las ideas iniciales necesitan madurar hasta convertirse en propuestas de proyectos que, poco a poco, se van redefiniendo. La filosofía de la compañía es “obtener una retroalimentación de los clientes desde una etapa temprana”. Es así como se aseguran que el producto final, ya patentado, se despliegue en el mercado con un alto porcentaje de recepción por parte de los clientes. Una fórmula creada para ganar.
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