Jordi Évole ha viajado a Suecia en Salvados. Allí, se ha acercado a una realidad distinta de paridad y conciliación laboral de la mano de una pareja: David y Emma. Para David, español que vive en Suecia, hay una palabra que resume la diferencia con España: libertad. Explicó a Jordi cómo se trata de fomentar la paridad en Suecia: por ejemplo, como más paritaria te distribuyas la baja por paternidad, más te pagan. Te dan 480 días y los distribuyes como quieres, y el Estado paga 140 euros al mes por hijo hasta que cumplen ocho años. Existe una nueva palabra en Suecia: “VAB”, que se ha creado para decir “no iré al trabajo para cuidar a un hijo enfermo” y se puede utilizar cuatro meses al año por niño, pagados por el estado.
Tras coger una baja de nueve meses por paternidad, David ya no vio las cosas de la misma forma. “Antes de cogerme la baja me compre diez libros, y al terminar la baja no había leído ni uno” aseguraba a Jordi en Salvados “me di cuenta que el que se queda en casa con el niño, es el que se agota”. En Suecia, el ratio es de un educador por cada cinco niños. David enseña a Évole la flexibilidad de horarios de la que goza en su trabajo en la universidad “no ficho. No me controlan los horarios, me controlan los objetivos. Si tienes un niño tienes más poder que con un kalashnikov”.
Sara Berbel, doctora en psicología social, explica en Salvados que hay que avanzar en la corresponsabilidad hombre- mujer para mejorar. “Mientras no se equilibren los permisos de maternidad y de paternidad, continuará recayendo sobre las mujeres no solo la responsabilidad de cuidar a la criatura, sino después los posibles perjuicios que eso tenga en su desarrollo profesional y en las empresas” afirmaba. Berbel explica: “mientras haya estas condiciones para la mujer, no crecerá la fertilidad. Los países más innovadores flexibilizaron los horarios y durante la dictadura en España comenzó el pluriempleo: muchos hombres hacían jornadas hasta las tres y luego hasta las 8. Contra lo que se cree, trabajamos más que en Alemania y el clima no tiene que ver con la organización horaria”.
Olivia y Erika, dos españolas compañeras de trabajo de David, comentan la facilidad con los horarios en Salvados “A veces hay niños en reuniones de trabajo”. Olivia, por ejemplo, no tiene hijos y expresa “gracias a la flexibilidad soy dueña de mi tiempo, hago en mi tiempo libre lo que quiero”. Trabajamos 300 horas al año más que en Alemania, pero no somos número uno en productividad. El 95% de las personas que se acogen a medidas de conciliación son mujeres.
En Suecia, si necesitas echar más horas puede dar la sensación de que no eres eficiente. Para Sigrid, la responsable de la unidad sanitaria del hospital donde trabaja Emma, “si no tenemos hijos, no tenemos sociedad. El tiempo en el que los trabajadores se ocuparán de los hijos solo será una parte de lo que estarán con la empresa”. “No solo la mujer se queda embarazada”, apuntaba en Salvados, “son los dos de la pareja que deben compartir responsabilidades entre hombre y mujer”.
En España cambia la cosa. Hay más abuelos recogiendo a sus nietos que padres. José Luis e Isabel son dos abuelos jubilados que cuidan a sus nietos mientras los padres trabajan. La pena para Isabel es la falta que han tenido sus nietos de sus padres. El 50% de los abuelos en España se ocupan del cuidado de sus nietos. Y las españolas son las mujeres más estresadas de toda Europa. También los niños y adolescentes son los que sufren más privación del sueño.
“Si viene de nuestra cultura es modificable” explica Sara en Salvados “la sociedad civil tiene que liderar este cambio y en el ámbito político tiene que haber un pacto con todos los actores”. Para Lourdes Ciuro, (CIU) y Ascensión de las Heras (izquierda plural), la subcomisión parlamentaria que en la que debatieron sobre conciliación quedó en papel mojado. “Hay mucho por hacer dentro de los partidos políticos. Hay que tomar medidas, tener voluntad política, incentivar. Obligar a las empresas a q haya planes de conciliación. Equiparación de los permisos”.
Hay ejemplos de algunas empresas en España que han visto las ventajas de la conciliación como Iberdrola. “La mayoría de las empresas en este país son pequeñas, con mentalidad más retrógrada. ¿En la negociación colectiva cuándo ha primado la conciliación? Son sectores muy masculinizados, dicen Lourdes y Ascensión. Emma cree que en España vamos una generación por detrás en términos de conciliación. Y David sabe muy bien que es un actor que tiene la mitad del rol en la crianza, no una simple ayuda.
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