Hasta ahora el Comité de Acción Política anti-Trump se ha gastado en anuncios en televisión y radio 17,5 millones de dólares cuando todavía quedan más de ocho meses para las elecciones. Unos 15 millones de euros. Es curioso que los anti-Trump se gasten 2,3 millones de dólares más que la propia campaña a favor del candidato. Debido a que la siguiente tabla ofrece una visión acumulativa de la inversión publicitaria (a partir del 5 de abril de 2015), tres abandonos – Jeb Bush , Chris Christie y Ben Carson – están todavía incluidos. Bush, gracias sobre todo a las desafortunadas Plataformas de Acción Política que apoyaron su campaña, todavía tiene el gasto total más alto. El segundo por inversión publicitaria es Marco Rubio con 69 millones de dolares y el bronce de este podium, de inversiones millonarias para conseguir votos, es Hilary Clinton, con más de 48 millones de dólares gastados.
Los datos son resultado de una colaboración entre el centro de datos de Ad Age y Kantar Media. De ellos se extrae que Marco Rubio y sus patrocinadores se acercan rápidamente a Jeb Bush y compañía en compras masivas de anuncio en radio y televisión con 69,5 millones de dólares. Históricamente las elecciones estadounidenses se han ganado con macro inversiones multimillonarias. Ya en 2008 la campaña demócrata empleó unos 760 millones de dólares en conseguir 69 millones de votos que hicieron a Obama conseguir el poder y doblegar a su adversario. Esas elecciones costaron más de 10 dólares por voto, en 2012 ambos partidos (demócrata y republicano) podrían rondar la cifra de 1.000 millones de dólares invertidos en defensa de sus candidatos.
En 2016 al ritmo que se desarrollan los acontecimientos, podríamos estar hablando de una nueva cifra récord en cuanto inversión publicitaria para lograr la movilización ciudadana en forma de voto. Marco Rubio es de los primeros candidatos que empezaron a invertir en anuncios, empezando en verano del año pasado, seguido por Hilary Clinton que empezó las acciones de movilización publicitaria en tono a agosto-septiembre, junto a Jed Bush, que se encuentra ya fuera de las elecciones. Recordemos que Estados Unidos cuenta con un presupuesto público para subvencionar campañas y además la ley permite donaciones y grupos de presión (acción política) que pueden recaudar dinero y aportarlo, siempre y cuando no tengan ninguna ‘conexión interesada’con dicha campaña política.
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