En este programa de OndaBiotec nos centramos en un tema que no deja de levantar expectativas: ¿Se pueden generar órganos vivos en un laboratorio? ¿Se pueden utilizar impresoras 3D para ello? La Impresión de órganos o fabricación artificial de órganos y tejidos requiere, por una parte, células y armazón. A pesar de que nuestro desarrollo comienza como una célula fertilizada, ésta se desarrolla en diferentes estructuras, acumulando billones de células que podemos agrupar en alrededor de 300 variedades diferentes . En 1998, los científicos estadounidenses encontraron una manera de aislar y cultivar células madre humanas – los diminutos organismos vivos que se diferencian en la sangre , cerebro , piel, huesos , tendones y órganos internos. Hoy podemos utilizar estas células para poblar nuestra segunda parte: el armazón. El Armazón son esos materiales que sirven de sostén a las céluas, entre otras funciones.
Recientemente una bioimpresora ha servido para crear en el laboratorio estructuras de tejidos humanos capaces de madurar y vascularizarse, es decir, crear vasos sanguíneos. Estas estructuras tienen el tamaño y la estabilidad adecuadas para reemplazar partes del cuerpo: huesos, cartílagos y músculos de orejas y mandíbulas.
Aunque los injertos de células ya llevaban tiempo haciéndose, por ejemplo en el hospital Nacional de parapléjicos de Toledo, el problema es que, para generar un órgano, los armazones no pueden ser poblados por células al no tener vasos sanguíneos. Por eso, el tamaño de estas construcciones estaba hasta ahora limitado a 200 micras (milésima parte de un milimetro), que es la distancia límite de difusión de los nutrientes y el oxígeno.
Una de las tecnologías más disruptivas de esta década, la impresión 3d alcanzó a poner las células en su sitio, lo que conocemos como como bioimpresora. La impresora tridimensional utiliza células vivas en suspensión como su tinta y toberas de inyección siguiendo como plano una radiografía u otros métodos de diagnóstico por imagen. El equipo han solucionado el problema de la estabilidad imprimiendo las células en materiales poliméricos biodegradables con la fuerza mecánica suficiente para soportarlas hasta que el tejido madure. Además, para superar el límite de tamaño, integraron microcanales en los nuevos objetos impresos, de modo que los nutrientes y el oxígeno tuvieran un camino por donde llegar a todas partes.
Para resolver todas las dudas que nos surgieron sobre este tema, entrevistamos a David Peris, Doctor en biotecnología especializado en medicina regenerativa e Ingeniería Tisular por la UAB y Cirujano Ortopédico Residente en Hospital de Granada. David nos aclara si en un futuro estas tecnologías podrán aplicarse a la cirugía plástica, comprándose partes de su cuerpo como una oreja. Nos explica también qué barreras pueden existir en un futuro, como la posibilidad problemas de rechazo. Finalmente, a la luz de los presuntos casos de fraude científico que se han dado en España, David nos explica los casos en que algunos investigadores pretendieron exagerar sus datos.