La entrevista al actor Fernando Tejero le ha dado mucho de sí a Susana Griso. La presentadora visitaba la casa del actor en Dos días y una noche y era recibida además por sus dos perros, Lía y Pepa. Dormiría Susana en la “habitación del rechazo” como él la llamaba, porque “los invitados los quiero para poco tiempo”. Allí, junto a las cenizas de su perro Budy, se encontraba la estatuilla de un Goya.
Griso repasó el pasado de Fernando como pescadero, que trabajó con su padre desde que era joven “no era feliz porque no me dedicaba a lo que me gustaba” aseguraba Fernando “no sabía decir que no, y estuve mucho con mi padre porque me daba pena, pero yo tenía claro que quería ser actor, aunque también quise ser cantante”.
Susana preguntó a Fernando en Dos días y una noche cómo se vivía la política en su casa: “hablar de política era un motivo de guerra, no se hablaba mucho. Con mis hermanos hemos llegado a discutir” le comentaba el actor, que aseguraba que le gustaría invitar a comer a Pablo Iglesias porque “me tiene muy desconcertado, siento que se contradice”. Y habló de una entrevista en la que se metió con el ministro Montoro y que, al poco tiempo, le llegó una inspección de hacienda que no tocaba “iban a reventarme más de lo que me han reventado”, afirmaba.
En un ambiente más distendido, con una taza de vino, en lugar de copa (que Griso acusó como detalle poco cuidadoso), le revelaba que no le gustaba el alcohol y Susana aprovechaba para indagar en su pasado amoroso y su declarada homosexualidad “parece que hay que pronunciarse” replicaba Fernando “yo estoy más tranquilo, para que me dejen en paz”. A sus padres, aseguraba, les preocupaba que lo hiciese público “son de una época difícil para ese tipo de cosas. Echo de menos haber sido amigo de mi padre y de mi madre”, explicaba el actor a Susana. Esta se sobrepasaba al preguntarle si era activo o pasivo. “Soy activo en todo casi. Llevo el romanticismo hasta mucho extremo y se convierte en un estado de ‘imbécil’”.
Fernando Tejero es consciente de que se autocritica mucho y le comentaba a Griso que había probado con varios psicólogos. Profundizó más en las relaciones que tuvo con mujeres en Dos días y una noche: “yo busqué motivos para que mi novia me dijese que no. Quería enamorarme de una mujer, lo intenté, pero no funcionó. Yo la quería mucho” le explicaba a la presentadora. “He tenido mejores relaciones con las mujeres que con los hombres. He tenido muy pocas relaciones de pareja estables con hombres. He ido de cagada en cagada y me han hecho mucho daño. Hay una forma de sacar la pasta, hay una cosa que se llama prostitución, y hay que ir de frente en la vida”.
A Fernando Tejero le encanta rodearse de gente joven y asegura que volvería a los veinticinco años con todo lo que sabe ahora. Susana también le preguntaba por su instinto paternal “lo tengo muy desarrollado”, afirmaba, “pero he tenido épocas y no me gustaría tenerlo para que lo eduque otra persona”. Criado por su tía abuela, Fernando se lleva a sus perros a todos lados, también a trabajar “un perro no te cubre una soledad. Yo no me siento solo. El no tener una pareja no quiere decir que estés solo, a veces en pareja te puedes sentir más solo”.
Mientras Susana le acompañaba al gimnasio a tomar algo con su grupo de amigos, el actor reflexionaba sobre su profesión en Dos días y una noche: “hoy hay mucho niño con físico, ¿y el talento?”. Consciente de que le debe mucho al personaje de Emilio, no quiere que le encasillen: “tú no eliges la popularidad del personaje. Para mí fue un momento complicado” Y recuerda las palabras que le dedicó el actor José Luis López Vázquez, que le hicieron sentir “grande, pero a la vez pequeñito”: “eres como nosotros, eres de los nuestros”.
Fernando Tejero asegura que se encuentra en uno de los momentos donde más disfruta con lo que hace, y la conclusión de Griso en Dos días y una noche, sobre la vida caótica e impuntualidad de Fernando quedó fuera de lugar.
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