Para muchos ciudadanos acudir al quiosco cada mañana a comprar el periódico es una tradición y una costumbre que no abandonan ni los fines de semana ni durante las vacaciones. Sin embargo, hay tres días al año que los seguidores de estas cabeceras no pueden satisfacer sus necesidades informativas, al menos en su versión en papel. Son tres jornadas marcadas en rojo en las imprentas, porque ese trío de días no se editan los periódicos.
Se trata de Navidad, Año Nuevo y Sábado Santo. El motivo es que los días previos a dichas fechas no se trabaja por la noche y por tanto los periódicos no pueden salir a la calle. Así lo estableció el sigo pasado la Ley de Prensa que indicaba que el 24 de diciembre (Nochebuena), el 31 de diciembre (Nochevieja) y el Viernes Santo (depende de la fecha en la que caiga Semana Santa) se consideraban como días de descanso laboral obligatorio y la tradición se mantiene hasta la actualidad.
Es cierto que las cosas han cambiado mucho con la irrupción de internet y que algunos periódicos publican ediciones en su versión digital, pero en papel se sigue respetando una costumbre principalmente motivada por respeto a las tradiciones religiosas. Para compensar esos días que no sale a la calle la prensa en papel las cabeceras multiplican su extensión el día antes e incluyen, por ejemplo, programación para dos días e intentan anticipar algunas noticias para que el periódico pueda mantener la mayor vigencia posible no sólo 24, sino 48 horas.
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