Ocho décadas ha cumplido el escritor peruano Mario Vargas Llosa. 80 años en los que la literatura se ha convertido en algo tan imprescindible para el Premio Nobel que ha querido celebrar su propia onomástica con la publicación de su último libro, Cinco esquinas, donde también habla de su otra pasión: la política. Es por eso que son muchos los políticos que se han reunido para apoyar el seminario Mario Vargas Llosa: cultura, ideas y libertad, donde el escritor ha dado la bienvenida a sus invitados, entre los que se encuentran tres presidentes españoles y cuatro latinoamericanos, “voces de gobernantes y estadistas que han vivido la política ejerciendo el poder”.
El presidente en funciones, Mariano Rajoy ha sido el encargado de inaugurar el encuentro. Con varias referencias literarias, ha recordado el discurso de Mario Vargas Llosa al recoger el premio Nobel donde explicaba que “aprender a leer es lo más importante que le ha pasado en la vida, y lo definió como una especie de magia”. El dirigente ha defendido el papel del novelista al “denunciar lo arbitrario y luchado contra dictaduras y populismos, encarnando el rechazo de la indiferencia”. También ha recordado sus artículos periodísticos que “son de obligada mención” donde se defiende que “la libertad es una sola, no puede encasillarse en ideologías”.
Mario Vargas Llosa y su visión de América Latina
Continuó el encuentro con un pequeño discurso de Mario Vargas Llosa calificando el simposio de excepcional, ya que muestra la “visión practica de la problemática política”. El escritor hizo un análisis de todo “lo que anda mal en el mundo” como es el terrorismo o las desigualdades sociales”. Sin embargo, concluyó sus palabras siendo positivo, por que “el mundo está mejor ahora que hace 20 o 30 años”. Y añadió que “aunque ande mal, hay menos cosas malas que en el pasado”. Mencionó el hecho de que en América Latina hay menos dictaduras que en el pasado y son anacrónicas, como es el caso de Cuba “pero parece que se está resquebrajando: las viejas convicciones de la revolución cubana hacen ver que nadie en su sano juicio pueda pensar que el marxismo sea hoy el camino”. Aprovechó para criticar el comportamiento de algunos políticos, defendiendo que, al igual que en la literatura, “las formas son importantes y son las que dan a los contenidos su belleza y su poder”.
Mario Vargas Llosa cedió el testigo a José María Aznar, quien leyó (literalmente) su discurso centrado en una “libertad que debe ir de la mano de la ley”. El expresidente hizo referencias a las consecuencias políticas de los atentados del 11S y lanzó sus puyas a la política nacional cuando exigió ” nuevos liderazgos capaces de ejercer una tracción social, moral y política a la altura de los desafíos que tenemos ante nosotros”. Volvió a acordarse del homenajeado al ponerle como ejemplo de una persona que “escribe para ayudar a hacer realidad la hazaña de la civilización, que tiene en la libertad su cumbre y que hoy tiene en su defensa su principal tarea”.
Políticos y periodistas entre los invitados de Mario Vargas Llosa
Durante el foro La situación de América Latina: una visión presidencial, los exdirigentes Álvaro Uribe y Andres Pastrana de Colombia, Sebastián Piñera de Chile y Luis Alberto Lacalle repasaron la situación actual de Latinoamérica. Sebastián Piñera insistió en que es necesario “construir nuevos pilares para que el siglo XXI sea el siglo de la esperanza para América Latina”. Por su parte, Álvaro Uribe ha reprochado a aquellos países que promueven el encarcelamiento de políticos y periodistas, secuestran medios de comunicación y financian a informadores para tenerles de su lado. También el exmandatario ha criticado el posible acuerdo entre las FARC y el gobierno colombiano, que supondría que “los guerrilleros lleguen al poder”.
Escritores, historiadores y periodistas han sido los encargados de hablar de Democracia y populismo en Latinoamérica en el seminario Mario Vargas Llosa: cultura, ideas y libertad. Entre los integrantes de este panel estaba la periodista y bloguera Yoani Sánchez, quien cree que “Fidel Castro era el pilar del populismo cubano, que no quiere que se pase página de la historia”. Pero el gran problema del populismo ha sido “la tecnología que ha evitado que al pueblo se le dosificase la información”, después de tantos años en que los medios de comunicación estaban controlados por el poder. Mientras el Presidente de Atlas Foundation, Alex Chafuen opinó que a pesar de todos los sobresaltos, América Latina “vive una de las épocas más democráticas que recuerda”, a excepción de algunos populismos como el de Venezuela.
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