Considerada en la profesión toda una ‘actriz de actores’ por su dedicación a la pedagogía durante catorce años en Estudio Corazza, por los cursos y talleres que continúa organizando en los que investiga el trabajo actoral en cualquiera de sus dimensiones y por los proyectos de creación propia que dirige e interpreta, Consuelo Trujillo se hace merecedora día a día del título de maestra con que la celebran y reconocen tanto aquellos intérpretes que han pasado por sus manos como los que han coincidido con ella sobre las tablas o en la pantalla.
En estos momentos, Consuelo Trujillo vive una época dorada puesto que sus últimos trabajos han tenido una gran repercusión (incluso fuera de nuestras fronteras), pero ella continúa siendo una trabajadora infatigable, una hormiguita que no deja de atesorar, es decir, una creadora inquieta y enamorada de su oficio, que transmite esa pasión a sus alumnos, colaboradores y espectadores. Consuelo Trujillo recibe a los micrófonos de Destino: Wonderland en Nave 73, sala en la que ofrecerá próximamente Criatura, uno de sus proyectos más queridos, un montaje que ha ido reelaborando, matizando y ampliando desde su primer estreno hace ya cuatro años.
Consuelo Trujillo sigue inmersa en la exitosa gira de Cuando deje de llover, espectáculo considerado el mejor de 2014 por los Premios Max, función por la que fue galardonada por la Unión de Actores, un hito que este mes de abril podrá verse en Jerez de la Frontera, Murcia, San Sebastián de los Reyes y Gijón y que dentro de poco cumplirá dos años de representaciones. Tampoco ha pasado desapercibida su participación en la película La novia, sobre todo teniendo en cuenta que interpretó a la madre en una versión de Bodas de sangre que aún se recuerda.
La conversación con Consuelo Trujillo tuvo lugar pocos días antes de que se marchase a Colombia para inaugurar el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá con Medea, montaje estrenado en el último Festival de Mérida y por el que la actriz ha recibido recientemente el Premio Ercilla como intérprete de reparto por su encarnación de la nodriza que, literalmente, ponía al público al pie en cada representación.
Puesto que los Oscar han optado por ningunearla, primero al no considerarla entre las candidatas al premio máximo, después al no concederle ninguna de las estatuillas a las que optaba, en Destino: Wonderland queremos reivindicar Carol, una de esas raras películas que se convierten en clásicas desde su estreno. Una absoluta joya de Todd Haynes en la que brillan una fascinante Cate Blanchett y una emocionante Rooney Mara, basada en la segunda novela de Patricia Highsmith, la que durante mucho tiempo escondió bajo un seudónimo, la que poseía muchos tintes autobiográficos, la historia de amor de dos mujeres en los EEUU de 1950.
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