Uno de los nombres que aparecen en los Papeles de Panamá es el de Yury Kovalchuk, un hombre a quien el gobierno de EE.UU. impuso sanciones en 2014 durante la invasión de Ucrania de Rusia, llamándolo “esencialmente el banquero personal de muchos altos funcionarios del Gobierno de la Federación de Rusia, incluido el presidente Putin.”
Kovalchuk es el jefe del Banco Rossiya, que comenzó como un pequeño banco en 1990, fundada por la rama de Leningrado (hoy San Petersburgo) del Partido Comunista. Hoy en día el banco tiene cerca de $ 11 mil millones en activos, incluyendo Gazprom Media Group, propietaria de la mayor parte de las cadenas de televisión y la radio estatal del Kremlin. Eso hace que sea la piedra angular financiera de los aparatos de propaganda interna y externa de Putin y que Kovalchuk sea el oligarca más a menudo comparado con Rupert Murdoch.
Tenemos que tener en cuenta lo que significa controlar los medios de comunicación, tener poder sobre los mensajes que se emiten y usarlos como aparato de partido para convencer a la ciudadanía de que eres la mejor opción política. Otro nombre que aparece en los papeles es el de Mikhail Lesin, este estuvo íntimamente involucrado en los esfuerzos de Putin y el Banco Rossiya por controlar los medios rusos. Fue ministro de Medios de Comunicación en el primer mandato de Putin y asesor presidencial en el segundo mandato, así como supervisor de los mensajes propagandísticos del régimen. El cargo de Lesin en el gobierno coincidió curiosamente con el crecimiento del imperio mediático de los bancos.
Lesin ayudó a poner en marcha una compañía de venta de publicidad llamada Video International, que administraba hasta dos tercios de la publicidad en televisión del país. El Banco Rossiya disponía de un 16% de Video International, una supuesta sociedad pantalla de Roldugin creada secretamente por el banco poseía más de un 12% extra de los títulos. La empresa, llamada International Media Overseas, recibía ingresos anuales en torno a los 10 millones de dólares, es decir, unos 8,7 millones de euros. Cuando fue ministro Lesin fue imprescindible para la gestión de todas aquellas alianzas que recolocaron a los periodistas que formaban las voces discordantes del gobierno bajo las órdenes de empresarios mediáticos más alineados con el Kremlin, silenciando así las críticas.
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