Entendiendo que la repetición de elecciones es casi inevitable, el presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha iniciado en Sevilla su campaña electoral. Y lo ha hecho prometiendo un paquete de medidas que tienen como objetivo la conciliación familiar: la finalización de la jornada laboral a las 18 horas o el cambio del huso horario para que España tenga el del meridiano de Greenwich como el Reino Unido y Portugal son las más destacables.
Efectivamente, un problema importante de nuestra sociedad es el ‘enfrentamiento’ que existe entre el desarrollo de la vida familiar y personal y el desarrollo de la vida profesional. Por tanto, la necesidad de armonizar ambos en prioritaria. Así, ¿qué pasa con la conciliación familiar en los ámbitos del Periodismo y la Comunicación?
El problema básico que se destaca al hablar de la conciliación familiar en estudios, encuestas y declaraciones es la poca flexibilidad de los horarios de trabajo y la incompatibilidad de éstos con los horarios del resto de la familia. Los españoles trabajamos demasiadas horas en jornadas mal repartidas, lo que ocasiona una falta de tiempo grave para estar con la familia y también para desarrollar actividades de ocio. En el campo de la Comunicación y el Periodismo hay que tener en cuenta otro hecho: son disciplinas y profesiones muy absorbentes. Por tanto, aquí juegan dos variables: en general, los periodistas y los consultores de Comunicación suelen estar pegados al teléfono constantemente, por lo que si logran tener un horario más o menos cómodo que les permita lograr la ansiada conciliación familiar, su desconexión del trabajo nunca será total.
Por otro lado, es necesario destacar que la mayor parte de las personas que trabajan en redacciones o agencias de Comunicación son mujeres. Y ser mujer juega en contra de la conciliación. Gracias a los roles de género preestablecidos, las mujeres cargan, además de con sus puestos de trabajo, con el peso de las tareas del hogar y el cuidado y educación de los hijos.
Desgraciadamente, el hecho de tener hijos no ayuda en absoluto en los puestos de trabajo, mucho menos si eres mujer. En general, ser madre o padre afecta negativamente en la trayectoria laboral, y así lo declararon un 21,1% de los hombres y un 69,3% de las mujeres en un estudio sobre conciliación familiar realizado por la Fundación Pfizer en 2014. Más datos: el 39% de las mujeres que participaron en el estudio afirmaron haber renunciado a algún ascenso por tener hijos, cifra que contrasta con el 12,3% de hombres que también lo hicieron. Esta circunstancia podría explicar de manera satisfactoria por qué hay tan pocas mujeres en los puestos de dirección de las altas empresas. Centrándonos en las agencias de Comunicación, 2 de cada 3 directivos de agencias son varones, según pudimos comprobar analizando la dirección de las 30 primeras agencias de Comunicación en España según su facturación.
Los efectos de la crisis en la vida cotidiana de las familias también han de tenerse en cuenta para discernir si es posible la conciliación familiar. La crisis económica ha obligado a los profesionales de nuestro país a trabajar más horas en un trabajo más precario y todo ello por menos sueldo. Por otro lado, la crisis también ha golpeado fuerte a los medios y a las agencias de Comunicación. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el volumen de negocio de las agencias de consultoría de Comunicación y Relaciones Públicas se redujo en un 27% en el año 2013 (últimos datos oficiales disponibles), quedándose en los 286 millones de euros. La bajada en el volumen de negocio del sector de consultoría en Comunicación fue más acusada en las empresas más pequeñas, mientras que en las agencias de mayor facturación durante 2013 el mercado se contrajo tan solo un 1,5%, según el Informe PR 2015, realizado por la consultora de Comunicación Torres y Carrera en colaboración con prnoticias.
En definitiva, salvando las particularidades que definen la propia personalidad de los periodistas y los consultores en sus puestos de trabajo, la conciliación familiar en sus ámbitos es posible de igual manera a la de otras áreas laborales. De todas formas, aunque el ámbito público o las empresas intenten facilitar de alguna manera la conciliación, no puede perderse de vista el hecho de que para que ésta sea plena, los hombres y las mujeres deben compartir equitativamente el reparto de las responsabilidades domésticas y familiares, lo que es la corresponsabilidad sobre la distribución del tiempo.
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