El Ibex 35 continúa recortando su puntaje. Abre hoy sus puertas con un descenso del 1,45% tras su cierre de ayer, en el que también registró pérdidas aunque no tan acusadas como con las que despierta hoy. Este revés se está convirtiendo en una tendencia bastante indeseable, pues por tercera vez consecutiva el selectivo abre a la baja. En esta ocasión se debe a los descensos que sufrió en su anterior sesión Wall Street y a los precios inestables que el petróleo está registrando. A ello se suma la inestabilidad de las compañías de telecomunicaciones que, como ayer, siguen agitadas por el fracaso de fusión entre Orange y Bouygues Telecom. Cifras, a nivel internacional, que golpean de lleno al selectivo español, que abre con todos sus datos en negativo. Los valores que más pérdidas registran son ArcelorMittal, que frena su buena racha con un recorte del 6%, seguido de Repsol y Sacyr. A la cabeza encontramos a IAG, con un ligero descenso del 0,10%, seguido de FCC, Enagás, Gas Natural y Endesa. Parece que las compañías relacionadas con las materias primas son las que estás frenando el descenso en picado, aunque sea a duras penas. En el mercado de la deuda, el bono a diez años se encuentra en 1,44%, y la prima de riesgo se dispara hasta los 135 puntos.
En Europa los malos resultados de Wall Street también resienten los parquets de París, Lisboa, Londres y Milán. El peor parado, sin duda, es el DAX Alemán, que registra un descenso del 2% en su apertura. Jornada negra también para los selectivos asiáticos, que cerraron sesiones con datos también en negativo. El Nikkei japonés terminó su sesión con un descenso del 2,4% y la preocupación de los inversores por el valor del yen frente al dólar. En Shanghái el panorama es menos desolador, pues el recorte es del 0,29%. En Wall Street, el gran agitador de las bolsas internacionales, cerró su jornada con un descenso del 0,31%. La publicación de los datos de desempleo marcó su sesión, aunque el petróleo fue el principal culpable de la panorámica bajista de hoy. El barril de Brent bajó un 2, 62%, posicionándose en 37, 60 dólares, mientras que el de West Texas sufrió el recorte de 2,95%, unos 35,59 dólares el precio por barril.
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