Un estudio de la Universidad de Castilla La Mancha ha cuantificado el coste social oculto en la atención a los enfermos crónicos dependientes entre el 3% y el 5% del PIB español y ha determinado que son hasta 1,3 millones de personas los cuidadores ocupados en la atención no remunerada de estos pacientes. Este estudio, presentado en la ponencia “Costes invisibles de las enfermedades” se ha expuesto por parte del doctor en economía de la Universidad de Castilla La Mancha, Juan Oliva, en el VIII Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, organizado conjuntamente por la SEMFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria) y la SEMI (Sociedad Española de Medicina Interna). Este estudio pone de manifiesto la existencia de un “coste social oculto” en la atención de los pacientes crónicos que, generalmente, no aparece en las estadísticas y que, desde el punto de vista del abordaje integral de los cuidados de las personas dependientes, se hace necesario incluir la valoración económica del papel del cuidador principal del dependiente, así como su reconocimiento social.
El Dr. Antonio Zapatero, vicepresidente 1º de la SEMI (Sociedad Española de Medicina Interna) añade que a este gasto habría que sumar el coste directo que supone la cronicidad en atención sanitaria. Por ejemplo, en los servicios de medicina interna, el 70% de los pacientes mayores de 75 años tienen una media de tres enfermedades crónicas y suelen tener estancias medias más prolongadas, mayor número de reingresos y de visitas a los servicios de urgencia, de tal modo que consumen hasta el 80% del gasto total”. “El paciente crónico, por el hecho de que suele ser pluripatológico, lo debemos asimilar como un paciente complejo. Esta es una realidad en términos médicos, pero cuando en atención primaria vemos esta complejidad desde múltiples ópticas, la social y familiar es una de ellas y pensamos que no se puede obviar en un abordaje integral la existencia de esta realidad también compleja”, ha explicado por su parte el Dr. Josep Basora, presidente de la SEMFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria). En este sentido, “el importante volumen de recursos invertidos en la atención sanitaria por parte de los países de nuestro entorno y el nuestro propio es sin duda reflejo del grado de prioridad que concedemos como sociedad a la protección de la salud” señala doctor en economía de la Universidad de Castilla La Mancha, Juan Oliva, “no obstante, una visión integral del coste social que ocasionan las enfermedades crónicas necesita ir más allá de las partidas puramente sanitarias”.