RCS Mediagroup, empresa matriz de Unidad Editorial, no está conforme con la gestión de Antonio Fernández Galiano en Unidad Editorial. La llegada de Laura Cioli en octubre del pasado año ha acelerado el proceso que desde hace varios meses se venía madurando en Italia. La primera medida de RCS ha sido retirar del perímetro de España al diario Marca, coincidentemente la empresa más rentable del Grupo, tomado la decisión de relegar a Antonio Fernández Galiano en el organigrama de la empresa, y exigiendo un fuerte ajuste económico y personal con ERE incluido.
El balance de la gestión de Antonio Fernández Galiano desde la fundación de Unidad Editorial no es para nada positivo. En 2007 compraron Recoletos por más de 1.000 millones de euros lastrando las finanzas de la compañía hasta la fecha. De hecho, la única solución a estos problemas financieros agravados por la crisis del sector, el hundimiento de las ventas y de la facturación de publicidad, han sido los recortes. En concreto dos EREs hasta la fecha que junto con salidas puntuales y bajas incentivadas se han cobrado más de 800 salidas.
La reducción de la plantilla en los últimos ocho años ha sido brutal pasando de 2.200 empleados a los 1.400. Y no son los únicos. De hecho a comienzos de semana la empresa anunciaba un nuevo ERE que se cobrará al menos 140 nuevos despidos, una cifra que otras fuentes elevan a 280 salidas. El principal problema es que Unidad Editorial sigue siendo un lastre para RCS a pesar de todos estos ajustes. Sin ir más lejos en 2007 multiplicó por cuatro sus pérdidas operativas en 2015 hasta arrojar un EBIT negativo de 85,7 millones de euros. El EBITDA fue igualmente negativo en 9,2 millones de euros.
¿Qué responsabilidad tiene Galiano en toda esta situación? Según Laura Cioli, es el principal culpable en su condición de Presidente Ejecutivo, a pesar de que desde Unidad Editorial constantemente se está culpando a la crisis del sector de todos sus problemas. El análisis en Milán es simple: Galiano gestionó la compra de Recoletos por un precio a todas luces desorbitado, luego adelgazó la empresa y ahora –sin lograr hacer viable a la compañía- obliga a RCS a pedir nuevos esfuerzos tras dos EREs y múltiples recortes.
Fernández Galiano se defiende siempre indicando que la crisis ha dinamitado todos los planes de la compañía para levantar el vuelo. Pero, contra eso en RCS argumentan los malos resultados de 2015 en que los ingresos de ese año en el Grupo volvieron a caer hasta los 330 millones, un 7,3% menos. Ello, a pesar de que el sector en general y en especial la publicidad han crecido un 1% según Infoadex, en Unidad Editorial se han vuelto a desplomar un 3,1%.
De esta manera, en Italia se está estableciendo una hoja de ruta para ordenar sus negocios en España y finalmente cambiar la gestión. El primer paso ha sido el plan de reordenación de sus negocios en el que Marca ya no está integrada en Unidad Editorial, un verdadero jarro de agua fría para Antonio Fernández Galiano ya que en la práctica significa quitar de su perímetro su negocio más importante y rentable. El efecto más inmediato de esta nueva estructura es que Unidad Editorial dejará de facturar 110 millones de euros menos al año, un tercio menos de lo que ingresó en 2015.
La nueva posición de Galiano en el organigrama de la compañía también dice mucho de su actual situación (VER IMAGEN). En ella aparece el último, en un tercer nivel de importancia y al mismo nivel que otros cinco ejecutivos. Esto no es más que un nuevo avance hacia un relevo que cada vez parece más cerca. La idea de Laura Cioli es que Galiano realice el ERE y el plan de ajustes de este año equivalente a cinco millones de euros (quince millones en tres años) para luego poner a alguien de su confianza en el puesto de Galiano.
La Consejera Delegada sueña con situar a un ejecutivo italiano como primer ejecutivo de España, pero sabe que tendrá muy difícil imponer esta tesis ante el Consejo de Administración. Es por ello que en estos momentos está valorando todas las posibilidades para realizar el relevo en cuanto le sea posible. Y esto incluye evaluar candidatos en Milán y en Madrid. Lo cierto es que el relevo de Galiano está prácticamente decidido y su sustitución es solo cuestión de tiempo.
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