Mario Conde lo ha vuelto a hacer. Hace poco más de seis años abandonaba la cárcel para volver a los platós de Intereconomía, incursionar en política y contar su purificadora experiencia en prisión, un periodo en el que según la Policía también se ha dedicado a lavar dinero. No obstante, ex banquero, lejos de mantenerse en un segundo plano multiplicó sus apariciones en medios dando lecciones de buen hacer a los partidos tradicionales y criticando la política económica del por entonces Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y para ello utilizó al Grupo de Julio Ariza como lanzadera.
Finales de 2009 y comienzos de 2010: el Grupo Intereconomía comenzaba a florecer y a convertirse en un claro referente de la derecha española más extrema. Por esas fechas Julio Ariza estaba tan pletórico que comenzaba a renegar de sus históricos apoyos en el Partido Popular (PP) y de la mano de su canal de TDT en abierto se convertía en el azote del PSOE. Ariza se convertía en un empresario multimedia y empezaba a vivir por encima de sus posibilidades.
Una época en la que consciente de sus dificultades financieras para seguir creciendo, Ariza buscó apoyos en muchos empresarios y políticos “independientes”. Y los encontró en el ex líder de Banesto, quien en esos meses abandonaba la cárcel y se aprestaba para fundar un nuevo partido Sociedad Civil y Democracia (SCD). Mario Conde cambió apoyo mediático de Intereconomía por ayudas que nunca quedaron del todo claras.
En prnoticias publicamos que Conde apoyó financieramente a Julio Ariza para “financiar” las tertulias en las que apareció durante muchos meses consecutivos. No obstante, por esas fechas el propio Conde enviaba una carta a nuestro medio indicando que “en ningún momento ni de manera directa ni indirecta, he realizado ni contribuido a que se realice ninguna atación de ningún fondo financiero al Grupo Intereconomía”.
No obstante, este desmentido no incluía las aportaciones que podría haber realizado a título personal, como anunciante o como partner. Conde sólo desmintió que hubiese participado en una ampliación de capital al Grupo, pero no que aportase indirectamente algún tipo de ayuda económica. Lo cierto es que casi durante todo 2010 y parte de 2011 Mario Conde fue el principal protagonista de todas las tertulias de Intereconomía TV –incluso con programa propio- promocionando su nuevo partido que posteriormente perdería todas las elecciones a las que se presentó.
Profética aparición de Mario Conde en las tertulias de Intereconomía
Desde 2010 Mario Conde ha seguido siendo protagonista de Intereconomía y de El Gato al Agua en diversas oportunidades. La última hace sólo una semana (el 4 de abril) cuando paradógicamente hacía alusión a la “hipocresía”, la “demagogia” y el “cinismo” de quienes criticaban a las personas con sociedades en paraísos fiscales. “Condenar a una persona desde el punto de vista jurídico por tener una sociedad en Panamá es una barbaridad”, aseguraba Conde. Proféticas palabras.
¿Y Julio Ariza? Lo cierto es que durante estos meses de idilio el ex banquero –ahora implicado en un nuevo blanqueo de capitales- y Julio Ariza cultivaron una relación cordial y de amistad. Cada vez que Mario Conde quería enterarse de la actualidad del Grupo Intereconomía se reunía con Ariza en su despacho o incluso en privado. Es más, las últimas informaciones indican que Conde comenzó a rescatar su fortuna desde paraísos fiscales a partir del año 2008 y hasta 2014, las mismas fechas en que se hizo fuerte en la estructura de Intereconomía.
De hecho, las cuentas de 2013 de NET TV, que por esas fechas estaba participada por Intereconomía, fueron firmadas por Julio Ariza, presidente del grupo de medios, y el expresidente de Banesto Mario Conde, en representación de una de las sociedades de la editora de La Gaceta (Homo Legens). Ello a pesar de que Conde no declaró ninguna participación en las empresas del Grupo ni cargo en ninguna sociedad.
Hoy y años después de que se consolidara esta amistad Mario Conde está nuevamente en la cárcel y Julio Ariza e Intereconomía intentan sobrevivir al olvido mediático y a un concurso de acreedores que mantiene a la poca plantilla que les queda con serios problemas para cobrar puntualmente sus salarios. Y los acreedores, a pesar del síndico, siguen sin ver el dinero de las deudas de Ariza, que a su vez tiene un importante entramado de sociedades para “equilibrar” su patrimonio. Así están las cosas.
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