Como bien os dijimos la pasada semana, el cuidado de las uñas es tan sencillo como importante. Por eso, y de la mano de Judith García, del blog Maquillaje y otras Hierbas, hemos dado un paso más, tras conocer de primera mano cómo debemos hacer un corte perfecto para ellas, y nos hemos adentrado en el universo del limado de las mismas. Ésta, no consiste simplemente en pasarse la lima por su superficie. Lo primero, porque no todas cuentas con el mismo grosor. Las más gruesas son recomendables para las uñas artificiales, de gel o de porcelana. Además, también son buenas para las de los pies. Para las de las manos, lo mejor son las de 150 (en adelante). También existen limas con granos muy reducidos, que sirven de pulidores.
Por otro lado, nuestra experta, nos habla de un segundo punto a tener en cuenta: el material con el que se fabrica. Las más habituales son de cartón. Hablamos de esas que utilizamos a diario. De hecho, se venden en paquetes de cartón, ya que son muy baratos. Son prácticas pero cuentan con el inconveniente de que no se deben reciclar. Su vida, por tanto, es muy corta. Por ello, no son la primera opción de los centros especializados. Éstas, prefieren las limas de cristal, las cuáles son las más recomendables. En los salones de belleza las usan ya que, además de poderse esterilizar, no rompen ni astillan las uñas con facilidad. Por último, y son las menos recomendables pero no puede dejar de nombrarse, están las limas de metal. ¿Por qué no debe usarse? Rompe las uñas con facilidad. De hecho, Judith nos advierte que las tiremos y que nos hagamos con alguna de las anteriores.
Así, y con este último consejo, nos despedimos por esta semana. Esperamos que hayáis tomado buena nota ya que, como os hemos dicho, las uñas también lucir perfectas. ¡Arrivederci a todos!
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