Junto a Judith García, de Maquillaje y Otras Hierbas, hemos aprendido a cortarnos, y a limarnos las uñas, como es debido. Dos pasos que, si bien nos ayudarán a tenerlas mejor cuidadas, no evitaran una serie de problemas que nuestra colaboradora, y experta en belleza, quiere que conozcamos y que evitemos, en la medida de lo posible. Hablamos, por ejemplo, de las repercusiones que pueden tener en ellas los posibles problemas médicos que carguemos a la espalda. Anemias, déficit de vitaminas o disfunciones nutricionales son los más habituales. Estos, afectan directamente a las uñas. ¿Lo mejor? Acudir al médico, como con otra enfermedad, y que sea él quien nos ayude a saber cómo ponerle freno.
Otro hándicap que puede afectar al estado de éstas es el frío. Las bajas temperaturas, bien por temporada, por entorno o por contacto con productos que vivan en entornos con temperaturas reducidas, pueden dar pie a uñas quebradas o rotas, tras resecarse en primer lugar. Lo mismo ocurre con el calor. De hecho, los cambios bruscos de temperatura no son recomendables. Lo mismo que tener las uñas en remojo un tiempo excesivo. El agua hace que se abran en capas con mucha facilidad. Por último, la manicura, aunque pueda parecer lo contrario, no siempre es beneficiosa. Si se hace bien, es decir, poniendo los productos adecuados primero, no habrá problema. Pero si esmaltamos sin poner antes una capa base, las uñas pueden amarillear ya que le estamos añadiendo productos químicos sin el cuidado previo pertinente.
Todos estos problemas cuentan con una solución. ¿Quieres conocerla? No te preocupes. La semana que viene Judith regresará con las respuestas a las preguntas que ahora mismo rondan vuestra cabeza. ¡Arrivederci a todos!
Seguiremos Informando…