No podía pasar mucho tiempo sin que dedicásemos un programa a las semillas transgénicas y a las verduras y frutas modificados genéticamente. Nuestro interés se debe a que tanto Polonia como Francia han prohibido recientemente plantar maíz de semillas transgénicas. En consecuencia, España se convierte en prácticamente el único Estado de la Unión Europea con suelo dedicado a este cultivo. Son 136.000 hectáreas las que dedicamos al cultivo del maíz MON 810. Fuera de Europa, otros países que dedican grandes espacios de sus enormes planicies a la soja transgénica son principalmente Estados Unidos (40%), Brasil (23%) y Argentina (14%).
Repasamos un estudio de la Universidad de Purdue que indica que restringir el uso de transgénicos implicaría una subida de los precios de los alimentos, un aumento significativo de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al cambio de uso del suelo y la pérdida importante de tierras forestales y pastizales
A parte del maíz, la soja y otras semillas transgénicas también contemplamos otras curiosidades en este cuarto programa de OndaBiotec. El año pasado la firma holandesa Seminis presentó el pepino 091, un pepino tipo Almería que, pese a no ser transgénico, se ha adaptado para resistir ciclos tardíos. Vemos que no sólo las semillas transgénicas están modificadas por el humano. Para finalizar nuestro tour sobre cómo la biotecnología puede hacer más por nosotros en el campo, visitamos el banco de semillas de Svalbard cercano al Polo Norte y abierto en 2008. La guerra en siria y la destrucción sistemática del rico legado arqueológico y de muchas infraestructuras en la zona por parte de Daesh/ ISIS, ha hecho que los centros de investigación sirios hayan tenido que solicitar el acceso al banco, que almacena semillas como si una copia de seguridad en la nube se tratase.
Para ponernos en contexto repasamos la evolución del maíz con la llegada del maíz híbrido en la década de 1930 y la siembra de los cultivos genéticamente modificados a mediados de la década de 1990. Y es que, los agricultores han optado siempre por optimizar sus vegetales para reducir el impacto de la agricultura sobre el medioambiente y sobre sus costos (por ejemplo, aplicando pesticidas de maneras más específicas), hasta utilizar técnicas tan sofisticadas como las semillas transgénicas. Los agricultores también han utilizado los OGM para salvar un cultivo; por ejemplo, la papaya de Hawái que estaba siendo amenazada por una enfermedad.
Por si nos quedasen dudas tenemos el placer de charlar con Jose Miguel Mulet; Profesor titular de biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, Director del Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV) e investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) un instituto mixto que depende del CSIC y de la UPV. Con él compartimos graciosas analogías sobre la seguridad de las semillas trangsénicas, o de las semillas autoproclamadas “ecológicas”.
Seguiremos informando…