Miguel Rellán es uno de los rostros imprescindibles en la historia del cine español desde que llamase la atención con su participación en El Crack, en 1981, de José Luis Garci. Pero nunca ha dejado de lado su pasión teatral. No en vano fue fundador del mítico grupo Esperpento en 1965 tras haber formado parte del Teatro Español Universitario en la época en que estudiaba Medicina en Sevilla. Su nombre apenas se baja de los carteles y encadena un montaje con otro. De hecho, actualmente combina la gira de Ninette y un señor de Murcia de Miguel Mihura (compartiendo escenario con Julieta Serrano) con la reposición de Novecento, la obra de Alessandro Baricco que puede verse todos los martes en el Teatro Maravillas de Madrid hasta el 14 de junio.
Miguel Rellán cita a ‘Destino Wonderland’ en una librería del centro de Madrid para tomar un café y charlar distendidamente sobre el arte de la interpretación en el que tanto tiempo lleva demostrando su maestría. Novecento supone su primera incursión en el monólogo: “Antes había hecho cosillas para El Club de la Comedia, pero eso es algo más liviano que no puede llamarse así”. Hablamos de un texto que el director Raúl Fuertes guardaba en un cajón desde hacía años hasta que comprendió que sólo Miguel Rellán podía darle vida. El actor confiesa que empezó la lectura con la intención de dar una negativa lo más elegante posible, pero que las palabras del autor italiano le cautivaron y supo que había encontrado una historia que le apetecía contar.
En “Novecento” (también conocida como La leyenda del pianista en el océano gracias a la adaptación cinematográfica dirigida por Giuseppe Tornatore y protagonizada por Tim Roth), Miguel Rellán se mete en la piel del trompetista Max Tooney para evocar la figura de un pianista excepcional, cuya mayor particularidad es que jamás se bajó del barco en que nació, uno de esos grandes buques que hacían la ruta entre Europa y EEUU a principios del siglo XX. Su prodigiosa interpretación en un escenario desnudo en que su voz va construyendo la historia y creando la escenografía, los objetos, la música (que no suena, pero se siente: es uno de los prodigios que se viven durante el espectáculo) hizo merecedor a Miguel Rellán de un galardón de la Unión de Actores en 2015 (el estreno de “Novecento” se remonta a mayo de 2014).
La huella de Miguel Rellán en los espectadores es fácilmente rastreable y reúne a diferentes generaciones, ya que para muchos siempre será el alma en pena de El bosque animado, mientras que los habrá que nunca olvidarán su entrañable Bacterio de la serie Compañeros o su multiplicidad (hasta cuatro personajes asumía en cada función) en la versión de Luces de Bohemia que le valió en 2012 ser galardonado en la primera edición de los Premios Ceres. Miguel Rellán se ha incorporado al elenco de La que se avecina en la temporada recién estrenada y aparece esporádicamente en El Ministerio del Tiempo dando vida al enlace que a finales del XVI-principios del XVII alerta sobre los problemas que se abaten sobre Lope de Vega y Cervantes.
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