Brasil se encuentra inmerso en uno de sus momentos políticos más convulsos. Los casos de corrupción y la inestabilidad han llevado a que el Plenario de la Cámara de Diputados del Congreso aprobase poner en marcha el “impeachment” contra Dilma Rousseff, Presidente de la República. Un proceso que ha intentado ser detenido a toda costa por el denominado “núcleo duro” del gobierno y que hasta el ex presidente Luiz Inácio Lula se ha involucrado en las negociaciones para la obtención de votos. Sin embargo, el 17 de abril y durante una sesión de 42 horas, los representantes de 22 estados votaron a favor de la apertura del proceso de destitución, incluidos Maranhão, Rio Grande do Norte, Paraíba y Pernambuco que históricamente fueron clave para el Partido de los Trabajadores.
Se trata de la segunda vez en la historia democrática brasileña que la Cámara de Diputados recomienda la apertura de un proceso de destitución contra el jefe del poder ejecutivo, que queda ahora en manos de los senadores. Y ante este proceso, la Asesoría y Consultoría Umbelino Lôbo y aliado estratégico de LLORENTE & CUENCA en Brasilia, ha elaborado un informe que, además de analizar los resultados de la votación, avanza cuáles serán los próximos pasos en del proceso de “impeachment”. Tras la creación de una Comisión Especial para emitir un dictamen sobre la apertura del procedimiento, será necesaria una nueva votación que, en el caso de ser aprobada la apertura del procedimiento por mayoría simple, “Dilma Rousseff será separada de sus funciones durante un máximo de 180 días y sustituida por el vicepresidente Michel Temer”.
La votación de instauración del proceso tendría lugar en la segunda semana de mayo y los debates se extenderán hasta el segundo semestre, “manteniendo la situación de tensión y judicialización de la cuestión en el Tribunal Supremo”. Según el informe de la Asesoría y Consultoría Umbelino Lôbo, “el Gobierno Federal debería incluir en su estrategia de comunicación con los movimientos sociales la posibilidad de elecciones generales dentro del año 2016 con el fin de mantener la movilización en contra de la destitución”. Y es que la presión popular puede ser un factor decisivo para determinar las posiciones de los senadores, por lo que se puede prever que el movimiento a favor de la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff siga ganando ganar partidarios, “lo que nos lleva a creer que difícilmente el proceso de “impeachment” se paralizará en el Senado”.
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