Las uñas, como ya os hemos comentado en anteriores ediciones, necesitan de un buen corte y de un buen limado para estar en correcto estado. Sin embargo, como dejamos caer la pasada semana, y a pesar de ello, pueden deteriorarse por motivos muy concretos que ya analizamos y que hoy, de la mano de Judith García, vamos a resolver (porque lo prometido es deuda). Y es que, el tener unas uñas de 10 nos hace estar más guapas. El primer paso, y fundamental es tener hidratadas (nunca lo olvides). Sin eso, el resto es inútil.
Para ello, y eso significa que somos conscientes de lo que os hemos comentado previamente, tenemos aceites especiales. Son preparados que, habitualmente, llevan extractos de almendra, además de una mezcla de otros aceites vegetales, los cuales deben ser aplicados, sin discusión, en el nacimiento de la uña (situado en la cutícula). ¿Por qué ahí? Es la mejor manera de que haga efecto ya que penetra mejor en la uña, lo que hace que ésta crezca, a partir de ese momento, mucho más hidratada, eliminando los malos previos.
Esto no tendrá efecto, también hay que tenerlo claro, si no somos constantes. No servirá de nada si nos lo aplicamos un par de días y lo olvidamos los siguientes. ¿Lo mejor y más sencillo? Hacerlo por la noche. Os aconsejamos dejar el bote sobre la mesilla, en vuestra habitación. Además, si lo hacemos a esta hora, evitaremos una sensación grasa que suele producirse tras su aplicación. Con todo esto, conseguiremos que las uñas puedan continuar lustrosas. ¿Queréis saber más? La próxima semana será ya la última de este manual. Nos os lo podéis perder. ¡Arrivederci a todos!
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