¿Se puede curar el autismo mediante una dieta basada en agua de coco? ¿Y revertir este trastorno con éxito sin utilizar medicamentos? Según recoge el nutricionista Bruce Fife en su libro “Vencer al autismo”, sí es posible. Este autor estadounidense se niega a que los afectados de trastorno del espectro autista y sus familias se resignen a vivir con el problema y mitiguen los síntomas con fármacos que “no ofrecen ninguna posibilidad de cura”, como antidepresivos, antipsicóticos y estimulantes. Por lo que dedica más de 500 páginas a describir un innovador enfoque dietético que, según asegura, “ha demostrado ser muy efectivo para revertir algunos de los más graves trastornos del desarrollo, llegando a permitir que el niño vuelva a la escuela y tenga una vida normal y productiva”.
Estas polémicas afirmaciones han llevado a Ainara Arjona Ortega a abrir una petición en Charge.org en la que solicita a la Casa del Libro que retire de sus librerías la venta todos los ejemplares de la obra que en España ha publicado la editorial Sirio, que ampara libros sobre ángeles, iluminación práctica y cuerpo astral. “El libro promulga grandes mentiras pseudomedicinales como el supuesto aumento de casos de autismo en la población mundial o que es posible prevenir e incluso curar el autismo modificando los hábitos dietéticos de las personas afectadas“. Esta usuaria añade que “el doctor Bruce Fife es conocido por defender el uso del agua de coco para infinidad de usos, entre los que se incluyen la prevención del cáncer, glaucoma, osteoporosis, infartos y un largo etcétera”.
A día de hoy, más de 31.000 personas han apoyado con su firma esta petición que, además, reclama un mayor respeto hacia esas personas que sufren lo que la ciencia ha descrito como un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteración de la interacción social, de la comunicación y el comportamiento restringido y repetitivo. “El autismo no debe ser visto como una enfermedad mental o un problema a resolver, sino una variación en el funcionamiento del cerebro”, añade. El autismo es, por tanto, una diversidad funcional, no una discapacidad o una enfermedad que pueda “curarse”, denuncia Ainara.
Sin embargo, la Casa del Libro todavía no ha reaccionado. ¿Atenderá las reclamaciones de consumidores, pacientes y científicos o se mantendrá al margen?
Seguiremos informando…