En nuestra sociedad, la disponibilidad de lugares silenciosos está disminuyendo. Ya ni siquiera se respetan la tranquilidad que debe reinar en los centros sanitarios. Estos lugares son fuentes de penetrantes ruidos. La actividad del personal, las alarmas de los dispositivos electrónicos, el sistema de megafonía o las voces de los visitantes producen sonidos que se entremezclan, sin orden ni concierto, con otras perturbaciones procedentes del exterior, como el ruido del tráfico o de las sirenas de las ambulancias que llegan a Emergencias. Si a esto le sumamos el sonido procedente de los teléfonos móviles, cualquiera puede hacerse una idea del caos acústico al que queda expuesto tanto el personal sanitario como los propios pacientes que se hayan hospitalizados o esperando a ser atendidos. “Algunos estudios aseguran que el nivel de ruido podría llegar a 80, lo que equivale a una sierra eléctrica”.
Así lo ha asegurado Diego Villalón, paciente de cáncer y presidente de la Fundación Más Que Ideas, en el programa especial “Sanidad Sin Ruido” que OndaSaludable ha realizado en colaboración con la iniciativa FFpaciente para concienciar a la sociedad sobre las repercusiones que tiene la contaminación acústica tanto en el rendimiento asistencial del médico como en la recuperación y satisfacción del paciente.
En este podcast, los pacientes Paula León y José Buendía también reclaman un ambiente acústico más agradable en los centros sanitarios. “Debemos que tener en cuenta que ya el simple hecho de estar en un hospital es una situación muy estresante para el paciente. Si además le sumamos el nerviosismo e irritabilidad que genera el ruido, se añade más dolor”, remarca Paula León. La autora del blog Nodramapausia indica que el paciente “debería estar en un ambiente relajado para poder manejar todas sus emociones”. Y reflexiona: “Si cogemos billetes de tren en vagones en silencio, ¿por qué no moderamos el ruido en hospitales?”
El ruido y sus consecuencias en la salud
El doctor José Ávila, médico de Familia del Centro de Salud Santa Isabel del Servicio Madrileño de Salud y Responsable de Grupo de Nuevas Tecnologías de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria, profundiza en los principales problemas de salud derivados de la contaminación acústica. Destaca que el ruido se puede considerar de forma similar a la contaminación atmosférica: “En la contaminación acústica existen ondas producidas por determinados agentes sonoros que producen alteraciones en el organismo humano; éstas, a partir de ciertos niveles, producen efectos nocivos en el comportamiento de nuestros órganos o sistemas”.
En general, la comunidad médica sabe que los niveles de ruido altos pueden causar pérdida auditiva, siendo la hipoacusia inducida por ruido la enfermedad profesional más común En relación con los efectos no auditivos, el doctor Ávila señala que el paciente puede sufrir desde afecciones en su sistema cardiovascular, relacionándose con la hipertensión, enfermedades isquémicas del corazón y cerebrovasculares; hasta trastornos del sueño, disminución de la respuesta inmunitaria o retraso en la curación de heridas.
“Sanidad Sin Ruido”, un proyecto de FFpaciente
El enfermero e impulsor de FFpaciente, Pedro Soriano, desvela todos los detalles del proyecto que se ha puesto en marcha, coincidiendo con el Día Mundial Sin Ruidos, para conseguir que se deje de exceder los 40 decibelios que la Organización Mundial de la Salud ha fijado como el límite recomendado. Según indica: “El pasado mes de diciembre, tras varias conversaciones con diferentes pacientes activos que forman parte de esta aventura, plantearon un fantástico proyecto que viene a cambiar conciencias en los centros sanitarios”.
Esta iniciativa de FFpaciente busca que aquellas personas que en alguna ocasión hayan sufrido las consecuencias de la contaminación acústica, que quieran compartir información u opiniones, o que hayan reflexionado sobre posibles soluciones para remediar el problema, lo publiquen en sus blogs. La iniciativa se difundirá a través de Twitter con el hashtag #SanidadSINruido y cuenta con un atractivo logo ¿El objetivo? Que junto con la limpieza, la climatización o la luminosidad, el nivel acústico se encuadre dentro de la dimensión del confort del paciente.
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